TIEMPOS SIN TIEMPO (24 DE FEBRERO DE 2009)
Manos que vuelven a encontrarse...
Tras el tiempo...
Habiendo quedado inmóviles tras él...
Porque no hay una piel igual a otra...
No hay un deseo parecido a otro...
No hay manera de que el roce provoque lo mismo...
No tras tanto tiempo...
Y cierras los ojos, dejándote llevar...
Tras tanto tiempo...
A un sólo tiempo...
Al tiempo...
Labios que desean...
Alientos que ansían...
Adentros que no han dejado de suplicar ni un sólo tiempo en la larga lista del largo tiempo...
Y le pides al tiempo que reposa en tus manos...
Suplicas por tiempos sin cordura...
Cuerda de tiempo...
Loca de pasado...
Viva por llenarte...
Dispuesta a dejar morir el recuerdo, el olvido y otros tiempos...
Dispuesta a llenar tus manos del tiempo que te devuelve la carnosa boca...
La jueguetona lengua...
El moreno torso...
El delicioso sexo...
Y el lujurioso tiempo que te ha llenado de olvidos, de recuerdos, de tiempos pasados y noches que si hicieron madrugada para volver luego a ser noche...
Noches en las que el susurro es cuanto podemos ofrecerle al tiempo...
En las que el jadeo compartido te hace reposar sobre el otro, sin darte tregua...
En las que la respiración agotada nubla la mente hasta que eres capaz de pronunciar sin medir tu tiempo...
Anclándote en él...
En un tiempo que escapa sin ser tuyo...
Porque no te pertenece...
Sólo te ha sido prestado...
Para que puedas o no llenarlo de cuanto tiempo quieras...
A fin de cuentas, son mínúsculos tiempos los que te dan idea de cuáles conforman el paso de tu tiempo...
Los hayas llenado de lo que los hayas llenado...
Tras el tiempo...
Habiendo quedado inmóviles tras él...
Porque no hay una piel igual a otra...
No hay un deseo parecido a otro...
No hay manera de que el roce provoque lo mismo...
No tras tanto tiempo...
Y cierras los ojos, dejándote llevar...
Tras tanto tiempo...
A un sólo tiempo...
Al tiempo...
Labios que desean...
Alientos que ansían...
Adentros que no han dejado de suplicar ni un sólo tiempo en la larga lista del largo tiempo...
Y le pides al tiempo que reposa en tus manos...
Suplicas por tiempos sin cordura...
Cuerda de tiempo...
Loca de pasado...
Viva por llenarte...
Dispuesta a dejar morir el recuerdo, el olvido y otros tiempos...
Dispuesta a llenar tus manos del tiempo que te devuelve la carnosa boca...
La jueguetona lengua...
El moreno torso...
El delicioso sexo...
Y el lujurioso tiempo que te ha llenado de olvidos, de recuerdos, de tiempos pasados y noches que si hicieron madrugada para volver luego a ser noche...
Noches en las que el susurro es cuanto podemos ofrecerle al tiempo...
En las que el jadeo compartido te hace reposar sobre el otro, sin darte tregua...
En las que la respiración agotada nubla la mente hasta que eres capaz de pronunciar sin medir tu tiempo...
Anclándote en él...
En un tiempo que escapa sin ser tuyo...
Porque no te pertenece...
Sólo te ha sido prestado...
Para que puedas o no llenarlo de cuanto tiempo quieras...
A fin de cuentas, son mínúsculos tiempos los que te dan idea de cuáles conforman el paso de tu tiempo...
Los hayas llenado de lo que los hayas llenado...
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