ARIAS...

Sigo levantándome cada mañana...

Últimamente me cuesta hacerlo más que de costumbre...

Apenas descanso, y sólo soy capaz de hacerlo cuando me vence el llanto, y mis ojos se rinden a otra noche...

Una más...


Esta es otra de esas noches en que me inundan las preguntas y me ahogan las posibles respuestas...

Se me duermen las manos antes que el pensamiento...

Se me duermen las imágenes en palacios de cordura nunca antes encontrada...

Me ahoga esa cordura...

Me ahogo en mi propio cuerpo...

Me asfixian los sentidos, esos con los que recojo cada pedazo de mí y de ti...


Me inundan las respiraciones, las tuyas y las mías...

Ya no hay salvia posible que dé vida a mis raices...

Me encargo bien de cortarlas a cada poco de enraizar...


A mi mente acuden desordenados y maltrechos los recuerdos...

Esos que duermen junto al pensamiento, antes de que lo hagan los ojos, y después de que lo hayan hecho las manos...

Ávida de impregnar mi cuerpo con tu sudor, ese que me devuelve a la vida,

añoro cada noche un nuevo día, y cada nuevo amanecer de nuevo a la noche...


...Arias de llanto y salvia se codician mis ojos, mis manos, mi sexo y tu boca...