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Mostrando entradas de junio, 2010

DE ESTO SE TRATA...

Te veo leer bajo las sábanas. Me has hecho enganchar pinzas de la sábana a cada esquina de la cama para resguardarte bajo ellas como si estuvieras en una cabaña. Tres libros de Winnie que espero podamos dejar pronto en el cajón de los leídos. Te pido que me expliques uno. _Que Piglet està caminant molt alt. ( Que Piglet está caminando muy alto.) _Y por qué? _Perquè no podia saltar. ( Porque no podía saltar?) _Qué lleva en los pies? _Unas maderas… Te oigo cantar a ratos. Llevo dos días buscando una de las que me tarareas en casa, a la vuelta del colegio. Me hace gracia mirar por el retrovisor y verte cantando algunas de las que escuchamos en la radio en todos y cada uno de los trayectos. Mientras te ayudo y cantamos juntos. Había pensado en acompañar estas letras con música que me hiciera salir a buscar la inspiración fuera, y me doy cuenta de que la música que necesito, la tengo leyendo, a escaso un metro de mí. Acabo de explicarte qué vamos a hacer estas vacacio

PROBLEMAS AL INTENTAR CONTRIBUIR...

Que a estas alturas de la noche ande planteándome si elegir una entidad financiera u otra, es señal inequívoca de que algo no anda bien. Lo mismo es sólo que esta mañana tuve que patearme tres hasta dar con la que quisiera cobrarme un maldito impuesto. A este paso no habrá manera de pagarlos en ninguna. Otra de las cosas que me planteo, es que definitivamente estoy chapada a la antigua. Sólo hay que mirar mi cartera para darse cuenta de que una mujer de treinta y pocos no es nadie en esta vida sin una maldita tarjeta de crédito. La odisea empezaba esta mañana. Hace un par de meses que debía estar pagado, aunque sinceramente tampoco creo que haberlo pagado a tiempo me hubiera librado de demasiados problemas que no deriven en la parte económica, porque a intereses no les gana nadie a estos. Y si ya es jodido tener que pagar por conducir, después de haber empeñado uno de tus hígados para comprar un coche, que te sableen a intereses la deprime a una. El día que decidáis pagar un i

ABRAZOS DE LOS QUE NO PUEDO HABLARTE...

Cuántas noches no habré empezado mis escritos de igual manera... Cuántas no me habré planteado lo que esta noche me planteo sin tener valor para escribir lo que verdaderamente me ronda, evitándome, y consiguiendo así distraer a mis dedos. Escondiendo tras las palabras. A sabiendas que nadie encontrará entendimiento en ellas. A sabiendas que pueden hacerte caer en mi locura. La misma desde la que esta noche te escribo. La mañana empezó entre abrazos. Y acabo de darme cuenta que empecé a escribir lo que esta mañana estaba dispuesta a contarte, evitando así lo que me ha llevado realmente a sentarme ante ella. Ando tan deseosa de evitarla, que no soy capaz de encontrarle la melodía adecuada a estas letras. Venía dispuesta a desnudarme y evitar así seguir cayendo en una locura que conozco demasiado bien. Me siento sin fuerzas, y sólo un segundo después decido caminar y olvidar. Siento que me empujas a los brazos del abismo. Y no vas a entender nunca que me resulta imposible caer, porque he

CASTILLOS DE INFRANQUEABLE ARENA

Reconozco que tuve demasiadas horas para pensar. Y los pensamientos fluyeron desordenados. Siguen haciéndolo esta noche. Y me cuesta horrores recordar cuáles danzaron primero y cuáles llegaron de los últimos, cuando el cansancio, el aburrimiento y la soledad vinieron a poblarme. Y fluyeron entonces en otra dirección para acabar dejando morir a tu pensamiento. Se me hace extraño pensar que pudiera llegar a evadirme de tu ausencia, estando allí, porque justamente me encontré sola contigo. Tal vez porque les confiero un sentido diferente a mis palabras y sus juegos. Y pareces no entender. Pero es que pretendo que nazcan de dentro para llevarlas a la emoción. Y en cambio tú, te desesperas en encontrar palabras pronunciadas, que en mi boca quedan huérfanas de tu sentido y mudas de mi propia voz. Reconozco el imperceptible movimiento que nos llevó al principio del fin. Pasa fugaz la idea de la noche sobre mi piel sin reflejo alguno. He acabado por pedir comida japonesa, y en la tele no hay m