NUESTRO FANTASMA...
Lo veo perderse de tanto en tanto sin saber a dónde va. En ocasiones lo oigo reírse a carcajadas y cuando aparezco en escena para preguntarle de qué se ríe, para en seco incapaz de darme respuestas. Como si su amigo invisible, nuestro fantasma, lo hiciera callar. Manteniéndolo a su lado y alejándolo de mi. Poniendo de por medio barreras de invisible silencio, palabras que no entiendo, enfados y preguntas a las que no puedo dar respuestas… Tras algunos meses de estudio, la última psicóloga que lleva a mi hijo finalmente, y tras más de cinco años y medio dando vueltas y buscando ayuda, lo diagnostica de algo que descartó hace menos de un año… Qué iba a saber yo si solo soy madre? Si solo me he vuelto loca buscando la manera de acercarme a él una y otra vez. Recibiendo la mayor parte de veces más silencio mientras pedía a gritos… Tengo la sensación de haberme quedado muda. Que el peso constante ante la incertidumbre me ha vue