AGUA, TIERRA, TREGUA, ELLA. ( 10 )
A veces nos llena tanto miedo, que desconocemos que haya otros caminos. En medio de cualquier batalla entre la locura y el olvido, nunca hay remanso de paz. En ocasiones confundimos guerras, y para entonces solo el odio que nos atemoriza y que sigue ahí convertido en aire. Solo sus ojos verdes me devuelven a una realidad en la que quiero estar, como el que decide sin ápice de culpa quedarse en la cama un rato más, porque esa sea la mejor opción. La única. Algunas mañanas. Tras apagar el despertador y sentirla dormir a mi lado, aun. Tan en paz con un mundo que le concede algunos minutos. Ogro que la tomará como el mayor de los festines y la degustará a cada paso, insegura, en cada uno de sus pensamientos, siempre pequeños, en todos y cada uno de los reflejos que le devuelven algunos espejos, el sucio cristal del 26, atestado como todas las mañanas… …nuestros reflejos son tan diferentes. Vuelvo a pensarlo tras entrar en la ducha. El mismo recuerdo que me ha hecho saltar