UNA MAÑANA DE LUNES CUALQUIERA...
...La mañana había transcurrido lenta. Como siempre que recibía su llamada, el trabajo se convertía en lento y monótono. El mundo se paraba por un instante hasta que era capaz de reaccionar. Y entonces de golpe, el tiempo empezaba a correr a destiempo. Y le faltaba el tiempo. Se enredaba en su recuerdo… …Sonríe. El semáforo se pone en rojo. Ha esperado la hora del desayuno para cruzar la acera e ir a esos grandes almacenes. El sandwich de pavo se ha quedado en la pequeña nevera que comparte con su compañera de sección que con una sonrisa pícara le da a entender que sabe quién la ha llamado… Pasan horas entre facturación y cuadrantes. C ontándose lo justo para ponerse en situación sin dar demasiados detalles que puedan descubrirlas… …Repasa de una ojeada las sedas y los encajes. Va directa a las medias. Esta vez se decanta por unas negras. El bullicio en el semáforo la hace detenerse a pensar en cuántos hombres con traje esperan al