De algunos monstruos y otros depredadores o de cómo descubrir que no eres Heidi...

Dime que has encontrado esto mismo en otros brazos u otra boca. Que no fui importante, que no me recuerdas. A ver si así dejo de esperarte como la viuda que espera que el mar le devuelva lo que es suyo. Dime que alguien ha logrado colarse dentro de aquel espacio que era nuestro y que seguirá siéndolo, solo que ahora ya lo es en pasado. Dime a quién le has permitido la entrada. A quién le has permitido desbalijar mis paredes. Quién ultraja aquello que solo fue nuestro. A quién tratas de explicarle que no puedes describirnos porque al tacto no hay manera de nombrarlo sin que todo parezca pobre. Dime que no han vuelto a acariciarte igual. A besarte igual, a recorrerte de igual manera y no solo con las manos. Dime que hay quien te recorre con todos los sentidos… Dime que de vez en cuando, muy de vez en cuando, sigues volviendo al pasado… que cuando cierras los ojos me buscas. Que tratas de encontrar tras un gemido la imagen. Que enton

…Me mantengo impasible a las voces y a las idas y venidas de los que actúan como mayores sabios aunque temerosos. Es lo que tiene. No debe ser fácil tener la obligación de cambiarlo todo. De aprenderlo todo. De nuevo. Es lo que tiene observar cómo se mueven de un lado al otro para ser solo eso. Cuerpos que temen. No hay cabida a nada más. Las puertas se abren solo al temor. Me apoyo en la pared y tomo el cuadernillo donde a veces dibujo y otras tantas escribo, donde imagino un mundo. Se parece al mismo que observo a escondidas. No creo que papá o mamá se lo tomaran demasiado bien si llegaran a descubrir que llevo tanto tiempo engañándolos, o que comprendieran que casi puedo dibujarlo con los ojos cerrados. Hablar de algo que tenga que ver con esto se ha convertido en lo más prohibido, y me reconozco casi un delincuente por solo hacer lo que hago o pensar lo que pienso. He llegado incluso a ponerle nombres a las ciudades, a los mares, y he bautizado con nombres más bonito

  Sabes una cosa, mare?... a veces veo letras de colores. _De colores? _Sí, ya sabes, las letras tienen un color. _De qué color son tus letras? _Las “ A” son de color rojo. Las “E de color verde. Las “I” son de color amarillo, las “O son azules y las “U” son negras… Pienso que mis “A” siempre han sido rojas. Mis “E” siempre verdes. Mis “I” siempre amarillas, mis “O” negras y mis “U” marrones… _Tus consonantes también tienen color? _No. _Yo tampoco he sabido verles nunca el color. Creo que son todas grises. _Sí, pero cuando se juntan con una vocal, el gris se queda tumbado y la vocal se queda de pie y es de color. _Y si hay más de una vocal en la sílaba? _Entonces esa sílaba es gris y los colores de las vocales saltan encima. Por ejemplo: “armario”, es rojo, amarillo y azul. _Ajá. _Tú de qué color ves el armario? _Yo lo veo rojo, muy rojo, amarillo y negro. Se parecen... _Sí, se parecen…y todo el mundo ve las

  ...Podría pedirte que recordaras, pero además de estúpido resultaría patético. No tienes, ni has tenido, ni tendrás jamás la obligación de leer de cabo a rabo todos los textos que aquí voy dejando. Mucho menos entenderlos. Si buscas en la etiqueta adecuada lo mismo te haces una idea, y si no es el caso porque ni te interesa ni te lleva a nada, pues ya lo siento. Igual consigo que este post resuma algo de los últimos nueve años en los que ser madre se ha convertido en una carrera de fondo, con la sensación de no llevar el calzado adecuado, o las mallas correspondientes, o el dorsal que pueda aclararme cuántos participantes hay corriendo la misma carrera que yo, o sin saber correr siquiera, y aun así, trato que mis pies sigan un camino que desconozco con los cordones de ambas bambas atados entre sí… Añádele a esa carrera de fondo millones de obstáculos y la falta de descanso, y tachán! Llegamos al día de hoy. …Me he pasado las últimas dos noches sin pegar ojo. M

Sabiendo de los secretos que guardan cada uno de los puntos suspensivos de cada una de las frases, de cada uno de los textos, de cada una de las manos que los escriben, de cada persona que los olvida, los obvia, los pisotea o se columpia en ellos... Supongo que esa debe ser la forma de entender al otro. Ojo, calculo, que no por ello debo estar en la buena dirección. Solo tanteo el terreno para poder entender algunas acciones y las palabras que los acompañarán después. Leo sorprendida como siempre que algo de esto ocurre, que lo que hubiera hecho falta, hubiese sido un par de guantazos bien daos o una alpargata a tiempo…y el único punto suspensivo que viene a poblarme es el de la lástima. Lástima porque aquellos que tengan la necesidad de decir, lo hagan desde el mayor de los desprecios. Personas que no se plantean que su falta de tacto o de empatía, pueda deberse también a un par de guantazos no daos a tiempo. Puntos suspensivos que vienen a traer rabia. Solo rabia, p

...Hay palabras que cruzan la piel de la espalda como latigazos. Deberías saberlo a tu edad. Miradas y reproches que vienen a clavarse como lo hacen los aguijones de los insectos más rastreros. Esto también deberías saberlo si has logrado vivir un poco hacia afuera. Desplantes que nos hacen menguar dentro de cualquier chaqueta. Juicios que convierten tres números más grandes los zapatos. Deberías conocer también eso de la vergüenza ajena. Que empapela por completo el rubor de las mejillas de cualquiera mientras nos decidimos a mirar hacia otro lado. Dentro poco queda tras decenas de miles de estocadas. El oído sabio y siempre atento entonará cualquier de las escalas para evitar aquello que de no obviarse, iría a tomar la cima de las estupideces en las que se amontonan todo este tiempo después, tus victimismos. Mirarse el ombligo y sacar la pelusilla que viene a oler mal, es necesario y básico. Fuera excusas, morderse la lengua y pelotillas fuera. Está chu

La llegada de “La Loca los Puertos” al grupo de guasap fue cuanto menos sorprendente para algunas. Teniendo en cuenta que es amiga de dos de las que forman parte, a las tres restantes nos sabía mal decir que no. Así que yo omití decantarme hacia un lado o el otro. Lo mismo esto deja de ser eso que empezó siendo, para ir cambiando a medida que más neurosis y conceptos entran a formar parte de la vida de todas. Yo mismamente conmiguo misma no tengo demasiado claro que la cosa acabe bien. Pero una debe ser buena amigüita, y como en el patio del cole, si no recibes bien a la nueva, pronto se hacen grupos y tú, usease yo, me quedo fuera… Tarde o temprano deberé dejar en el olvido eso que tuve que escucharme siempre: es que tú eliges a tus amigas, no se te puede elegir, ni se puede llegar y decirte eso de: qué tal? Cómo va todo? Compartes conmigo las galletas y el zumo del desayuno? _Pa compartir mis galletas de coco estaba yo! Quiero suponer que sigue faltándome algo de ese