NO DEJARÉ DE HACERLO...
Sigo buscándote. En la misma plaza. En el mismo banco. Con los mismos viejos amigos. Con aquellas viejas gafas que te daban aire de intelectual. Cano. Como te conocí siempre. La única diferencia es que hoy las copas de los árboles estaban pobladas por hojas que la brisa mecía. Es la primera vez que los presentí vivos desde que partieras. Jaleos a lado y lado de la plaza. Niños que revolotean tras un trozo de cinta que uno de ellos sujeta en alto, mientras los demás lo siguen intentando alcanzarla. Los mismos de siempre. Y sin saber por qué, te busqué entre ellos. No faltabas una sola tarde. Y tal vez ese estúpido pensamiento, me devuelva al hombre. Tal vez la tarde menos pensada vuelva a verte. En ese banco que hoy restaba vacío porque no estabas tú. Hoy tu bisnieto probó por primera vez un helado de plátano. Hasta hoy todos los que pedía eran de chocolate. Recuerdo que el primer helado se lo pagaste tú. Como hacías conmigo cuando era niña, y a la salida del colegio me dabas algunos du