...LLUEVE, TÚ ESTÁS EN TU CAMA Y YO EN LA MÍA...NO ES LA MISMA...ALGO ESTAMOS HACIENDO MAL...
De haberme dejado, hubiese cosido tu gemido a mis sábanas, te hubiera permitido naufragar en ellas. Te hubiese lavado el sudor ajeno hasta hacer aparecer sobre tu piel, nuevas gotas de deseo, como esas que recorren los cristales las tardes de lluvia que llego tarde a bajar algunas persianas. De haberme permitido, mis manos en el sentido contrario al contrario de las agujas del reloj sobre tu sexo, hasta alzarme vencedora del deseo que allí nace. Hubiera paladeado cada rincón hasta grabarlo en mi lengua moviéndome como una gata que ronronea cuando es acariciada en el cuello… Si hubieras entendido mis palabras, me hubiera permitido alzar la ceja derecha antes de vendarte los ojos y regalarte a la certeza vana del aire que hubiese insuflado sobre cada espacio, llenándote del aliento que antes hubiera robado de tu boca. De haberte permitido, cuerdas rojas en tus muñecas y libertad total del ansia, la necesidad y la búsqueda. Te hubiera regado de besos poco castos y hub