AYÚDAME... ( 23 DE FEBRERO DE 2010)
Sólo sabrás de cuanto te hablo si alguna vez pasaste por lo mismo.
Es complejo describirte por más que lo intento qué me puebla hoy…
Creo sentir en mi pecho un agujero que me roba el alma a borbotones.
Necesito salir. Me falta el aire. O tal vez lo que empiece a faltarme es la vida.
Lo intento. Te prometo que lo intento.
Para acabar entendiendo que acabo por abandonarme y encerrarme.
Hacerme un ovillo y pretender que nada ya pueda rozarme.
Quiero sacar fuerzas y presiento que escapan por el mismo lugar en que lo hace mi aliento.
Llegó a poblarte alguna vez quien fuera capaz de tapar ese pedacito de ti, y que sin saber demasiado bien cómo, desapareció un día?
Alguna vez te han instruido más luz de la que jamás nunca nadie haya podido brindarte?
Has sentido que se alejaban dejándote huérfana de llanto y esperanza?
Has imaginado una y otra vez que ese pecho y esas manos iban a cobijarte el resto de tus noches, volviéndolas cálidas?
Lo has sentido?
Puedes entender de qué te hablo?
Porque por más que intento detener las lágrimas, estas juegan traviesas en mis ojos mientras decido si dejarlas caer o por el contrario seguir con mi vida a medias, esa en la que te siento y te percibo…
Cualquier cosa con tal de no dejarme caer más aún…
Años que han pasado como barcos de papel que se abandonan en el más lejano riachuelo…
Sin brújula si no son tus ojos…
Sin mares si no puedo surcar tu piel más que en sueños…
Sin islas a las que volver una y otra vez porque haberte perdido de vista me roba a borbotones el aliento el recuerdo y la vida…
He ido dejando botellas llenas de mi alma por doquier y el mar nunca me ha devuelto ninguna…
Te busco y te presiento en cada esquina y en todos mis malditos amaneceres.
No te tengo.
Miénteme. Miéntele a mi alma.
Porque no puedo seguir siendo esclava de mis heridas.
Miéntele si la encuentras y acompáñala de vuelta con promesas que ambos sabemos que no serán más que palabras que jamás debiste pronunciar.
Me siento sola y vacía.
Miéntela si la encuentras y hazla regresar.
Miéntela y acaríciala de nuevo.
Ayúdala a olvidarte.
Y es que tu silencio me grita toda la verdad, y me asusta.
Porque tus ojos fueron mi guía y sin ellos me siento pedida…
Ayúdame a olvidarte...
Es complejo describirte por más que lo intento qué me puebla hoy…
Creo sentir en mi pecho un agujero que me roba el alma a borbotones.
Necesito salir. Me falta el aire. O tal vez lo que empiece a faltarme es la vida.
Lo intento. Te prometo que lo intento.
Para acabar entendiendo que acabo por abandonarme y encerrarme.
Hacerme un ovillo y pretender que nada ya pueda rozarme.
Quiero sacar fuerzas y presiento que escapan por el mismo lugar en que lo hace mi aliento.
Llegó a poblarte alguna vez quien fuera capaz de tapar ese pedacito de ti, y que sin saber demasiado bien cómo, desapareció un día?
Alguna vez te han instruido más luz de la que jamás nunca nadie haya podido brindarte?
Has sentido que se alejaban dejándote huérfana de llanto y esperanza?
Has imaginado una y otra vez que ese pecho y esas manos iban a cobijarte el resto de tus noches, volviéndolas cálidas?
Lo has sentido?
Puedes entender de qué te hablo?
Porque por más que intento detener las lágrimas, estas juegan traviesas en mis ojos mientras decido si dejarlas caer o por el contrario seguir con mi vida a medias, esa en la que te siento y te percibo…
Cualquier cosa con tal de no dejarme caer más aún…
Años que han pasado como barcos de papel que se abandonan en el más lejano riachuelo…
Sin brújula si no son tus ojos…
Sin mares si no puedo surcar tu piel más que en sueños…
Sin islas a las que volver una y otra vez porque haberte perdido de vista me roba a borbotones el aliento el recuerdo y la vida…
He ido dejando botellas llenas de mi alma por doquier y el mar nunca me ha devuelto ninguna…
Te busco y te presiento en cada esquina y en todos mis malditos amaneceres.
No te tengo.
Miénteme. Miéntele a mi alma.
Porque no puedo seguir siendo esclava de mis heridas.
Miéntele si la encuentras y acompáñala de vuelta con promesas que ambos sabemos que no serán más que palabras que jamás debiste pronunciar.
Me siento sola y vacía.
Miéntela si la encuentras y hazla regresar.
Miéntela y acaríciala de nuevo.
Ayúdala a olvidarte.
Y es que tu silencio me grita toda la verdad, y me asusta.
Porque tus ojos fueron mi guía y sin ellos me siento pedida…
Ayúdame a olvidarte...
Uuuuuuffffff...
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