DE LOS SILENCIOS QUE VAN A QUEDARSE SIEMPRE... ( 17 )
…el día que la policía echó la puerta abajo yo ya había colocado todas sus estrellas en el techo del comedor, ya había pintado decenas de piñas verdes y rojas, y las había esparcido bajo el árbol…debía ser mayo, o puede que junio…ya había arrinconado la mesa del comedor y el sofá, ya había colocado la vieja alfombra en el centro y había pasado noches enteras bailando desnuda por completo bajo ellas, ya había dormido bajo ellas, ya había recordado una y otra vez todas esas vidas que no tuve y esos lugares que nunca visité…ya había empapelado todas las paredes de folios pintados de verdes y azul cielo, y naranjas y rojos…los platos llenaban por completo la pica de la cocina, la ropa sucia se amontonaba por doquier en cualquier esquina, algunas luces permanecían encendidas y el olor nauseabundo se filtraba por debajo de cualquier puerta… Maldije una y otra vez aquel mes por habérmelo arrebatado todo. No sé la de horas que pasé a su lado, ni las que estuve hablándole del daño, de