PLATÓN ( 23 DE JUNIO DE 2009)
Decido arreglarme y salir.
Entiendo que quieres regalarme una de esas noches que llevo ansiando tanto tiempo,
Y tras pasar por chapa y pintura, me encamino nerviosa hacia el bar...
Debe ser de las pocas veces en mi vida que, sin planearlo, me meto en medio de Barcelona, sola y con un gps del que no me fío...Nunca me llevé bien con las nuevas tecnologías, y eso lo aprendí pronto en el instituto, cuando en vez de sacar un chocolate como cualquier persona normal, la maquinita dichosa, me escupía el chocolate encima el día que había decidido ponerme un peto blanco tejano... ( sin comentarios, me basta si he conseguido sacarte una sonrisa)...
Reconozco en tu mirada lo que tus ojos delatan nada más verme aparecer...
Es la primera vez, y aunque siento que me acercas a tu núcleo, a la vez que me satisface, me asusta...
Todas sabemos lo que significa que a una la presenten a sus amigos...
No he tenido tiempo de cenar, así que supongo que seré capaz de saber parar de beber a tiempo, pero el nudo del estómago debido a los nervios, hacen que acompañando las coronitas con patatas, y entre una charla distendida en la que te conozco bajo los ojos de otros, no sea capaz de decir que no a nada y que acabe delatando que no tengo control absoluto sobre mi propio cuerpo...
Algunos de los chupitos que antaño eran famosos entre el grupo, empiezan a correr sobre la barra...
Risas y comentarios de viejas fiestas...
La música en directo no es de las mejores que haya podido escuchar, y amansa esa sensación, que en los intermedios pongan música reconocida por cualquiera...
La cabeza empieza a darme vueltas, y tras avisarte de que necesito ir al baño, me encamino acompañada hacia el coche...
Lo que ocurre después, es que nos vemos abrazados en el intento de que no me desplome, y aprietas tus rodillas contra las mías para poder mantenerme en pie...
En ese mismo instante entiendo que parte de la noche recae sobre mi gran estupidez, y aunque intento que no pierdas tiempo a mi lado, nada de lo que te diga va a hacerte cambiar de opinión...
No soy capaz de aguantarme de pie, y necesito que como puedas, me metas en la parte trasera del coche y me dejes estirada para intentar que el mundo deje de darme vueltas y mi estómago quede quieto en el espacio que normalmente guarda...
Algunas horas después, y tras que hayas leído el libro que llevo siempre conmigo, tras que hayas estado acariciándome y atento de mí, nos encaminamos a comer algo, con la idea vaga de que algo sólido me haga volver al mundo real...
Son altas horas de la mañana, y apenas circulan coches por las calles de Barcelona...
Acabamos en la playa, sobre una de las mantas que siempre llevas en el coche, oyendo el rumor de las olas, y viendo amanecer...
Los tonos naranjas se mezclan con los negros y los azules que empiezan a despuntar en el horizonte...
Algunas de las gaviotas vuelan rasas al agua, otras se encaminan en bandada y graznando, hacia la parte del rompeolas donde empieza a haber movimiento...
Restamos en un silencio que sólo interrumpinos con preguntas, algunas caricias y el deseo de que el tiempo estanque su paso en ese preciso instante...
Vuelvo a casa y el camino se me hace largo y duro porque mi cuerpo ha sido incapaz de ingerir apenas nada, y llevo cerca de 24 horas despierta...
Me entrego a los mandatos de Morfeo y cuando despierto, lo hago descansada, mientras sólo los recuerdos retumban en mi cabeza...
Y es que las ventanillas medio bajadas que dejaste abiertas en el coche para que entrara el fresco de la noche, pueden ser muy delatadoras...
Gracias por la noche y por el amanecer...
Entiendo que quieres regalarme una de esas noches que llevo ansiando tanto tiempo,
Y tras pasar por chapa y pintura, me encamino nerviosa hacia el bar...
Debe ser de las pocas veces en mi vida que, sin planearlo, me meto en medio de Barcelona, sola y con un gps del que no me fío...Nunca me llevé bien con las nuevas tecnologías, y eso lo aprendí pronto en el instituto, cuando en vez de sacar un chocolate como cualquier persona normal, la maquinita dichosa, me escupía el chocolate encima el día que había decidido ponerme un peto blanco tejano... ( sin comentarios, me basta si he conseguido sacarte una sonrisa)...
Reconozco en tu mirada lo que tus ojos delatan nada más verme aparecer...
Es la primera vez, y aunque siento que me acercas a tu núcleo, a la vez que me satisface, me asusta...
Todas sabemos lo que significa que a una la presenten a sus amigos...
No he tenido tiempo de cenar, así que supongo que seré capaz de saber parar de beber a tiempo, pero el nudo del estómago debido a los nervios, hacen que acompañando las coronitas con patatas, y entre una charla distendida en la que te conozco bajo los ojos de otros, no sea capaz de decir que no a nada y que acabe delatando que no tengo control absoluto sobre mi propio cuerpo...
Algunos de los chupitos que antaño eran famosos entre el grupo, empiezan a correr sobre la barra...
Risas y comentarios de viejas fiestas...
La música en directo no es de las mejores que haya podido escuchar, y amansa esa sensación, que en los intermedios pongan música reconocida por cualquiera...
La cabeza empieza a darme vueltas, y tras avisarte de que necesito ir al baño, me encamino acompañada hacia el coche...
Lo que ocurre después, es que nos vemos abrazados en el intento de que no me desplome, y aprietas tus rodillas contra las mías para poder mantenerme en pie...
En ese mismo instante entiendo que parte de la noche recae sobre mi gran estupidez, y aunque intento que no pierdas tiempo a mi lado, nada de lo que te diga va a hacerte cambiar de opinión...
No soy capaz de aguantarme de pie, y necesito que como puedas, me metas en la parte trasera del coche y me dejes estirada para intentar que el mundo deje de darme vueltas y mi estómago quede quieto en el espacio que normalmente guarda...
Algunas horas después, y tras que hayas leído el libro que llevo siempre conmigo, tras que hayas estado acariciándome y atento de mí, nos encaminamos a comer algo, con la idea vaga de que algo sólido me haga volver al mundo real...
Son altas horas de la mañana, y apenas circulan coches por las calles de Barcelona...
Acabamos en la playa, sobre una de las mantas que siempre llevas en el coche, oyendo el rumor de las olas, y viendo amanecer...
Los tonos naranjas se mezclan con los negros y los azules que empiezan a despuntar en el horizonte...
Algunas de las gaviotas vuelan rasas al agua, otras se encaminan en bandada y graznando, hacia la parte del rompeolas donde empieza a haber movimiento...
Restamos en un silencio que sólo interrumpinos con preguntas, algunas caricias y el deseo de que el tiempo estanque su paso en ese preciso instante...
Vuelvo a casa y el camino se me hace largo y duro porque mi cuerpo ha sido incapaz de ingerir apenas nada, y llevo cerca de 24 horas despierta...
Me entrego a los mandatos de Morfeo y cuando despierto, lo hago descansada, mientras sólo los recuerdos retumban en mi cabeza...
Y es que las ventanillas medio bajadas que dejaste abiertas en el coche para que entrara el fresco de la noche, pueden ser muy delatadoras...
Gracias por la noche y por el amanecer...
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