SONRISAS... ( 16 DE ABRIL DE 2009)
Había leído aquella noticia en “La Vanguardia”.
Como cada mañana, entre el café con leche y las tostadas con tomate que un buen amigo me enseñó a tomar, y me pareció curioso.
Había pensado que era otra señal...
No iba desencaminada.
Hablaba de un catalán, y tras lo que pude leer, pensé que podía estar leyendo parte de una vida que podía ser la mía sin ningún tipo de duda.
Jaume. Ese es el nombre del soñador...
Busqué nada más llegar a casa, y me puse en contacto con la organización...
Unas semanas después seguía sin respuesta, lo cual no me hizo desfallecer.
Hay algunas almas dispuestas a ello.
Unas encuentran antes el camino, otras tardan toda una vida en dar con el camino.
Llevaba algunas semanas, desde que leí el artículo, buscando el libro.
Hace dos días, tras recoger a enano del cole, y acercándose la diada de Sant Jordi, decidí pasarme por la papelería que anunciaba la venta de libros y rosas para dicho día.
Pregunté por el autor y el libro.
No supieron decirme si llegaría.
Las editoriales que pensaban traer este año, no incluían al autor...
Ya lo encontraré ( pensé para mis adentros)...
Esta mañana y tras pasar una noche no demasiado cómoda por un virus estomacal que me ha tenido yendo y viniendo al baño por vómitos varios, recibo la llamada de un amigo.
_ Puedo mandarte algo?Va a llegarte por mensajería. Me das la nueva dirección?...Pero dámela bien que me has dado la calle en la que vivías antes.
Le contesto que la calle en la que vivía antes, es la misma en la que vivo ahora, pero en diferentes poblaciones, a lo que hace un comentario que me han hecho muchas personas antes.
Al igual que mi instituto de secundaria, que llevaba el mismo nombre...
El tal Pompeu forma ya parte de mi vida...
El mensajero llega a las siete menos veinte de la tarde...
No entiendo demasiado bien que puede llegar en el paquete, y aunque no he estado demasiado pendiente porque la fiebre y el malestar me han tenido en cama todo el día, reconozco que por un momento me siento como una niña pequeña ante la llegada de ese hombre...
Abro el paquete ante los ojos de mi madre.
Ya lo he tocado y no parece poder entrañar ningún peligro.
La forma delata que es un libro...
Y espero que la lectura de él me lleve a sentirme tan bien como cuando comparto mi tiempo contigo.
Jaume Sanllorente- SONRISAS DE BOMBAY.
Como cada mañana, entre el café con leche y las tostadas con tomate que un buen amigo me enseñó a tomar, y me pareció curioso.
Había pensado que era otra señal...
No iba desencaminada.
Hablaba de un catalán, y tras lo que pude leer, pensé que podía estar leyendo parte de una vida que podía ser la mía sin ningún tipo de duda.
Jaume. Ese es el nombre del soñador...
Busqué nada más llegar a casa, y me puse en contacto con la organización...
Unas semanas después seguía sin respuesta, lo cual no me hizo desfallecer.
Hay algunas almas dispuestas a ello.
Unas encuentran antes el camino, otras tardan toda una vida en dar con el camino.
Llevaba algunas semanas, desde que leí el artículo, buscando el libro.
Hace dos días, tras recoger a enano del cole, y acercándose la diada de Sant Jordi, decidí pasarme por la papelería que anunciaba la venta de libros y rosas para dicho día.
Pregunté por el autor y el libro.
No supieron decirme si llegaría.
Las editoriales que pensaban traer este año, no incluían al autor...
Ya lo encontraré ( pensé para mis adentros)...
Esta mañana y tras pasar una noche no demasiado cómoda por un virus estomacal que me ha tenido yendo y viniendo al baño por vómitos varios, recibo la llamada de un amigo.
_ Puedo mandarte algo?Va a llegarte por mensajería. Me das la nueva dirección?...Pero dámela bien que me has dado la calle en la que vivías antes.
Le contesto que la calle en la que vivía antes, es la misma en la que vivo ahora, pero en diferentes poblaciones, a lo que hace un comentario que me han hecho muchas personas antes.
Al igual que mi instituto de secundaria, que llevaba el mismo nombre...
El tal Pompeu forma ya parte de mi vida...
El mensajero llega a las siete menos veinte de la tarde...
No entiendo demasiado bien que puede llegar en el paquete, y aunque no he estado demasiado pendiente porque la fiebre y el malestar me han tenido en cama todo el día, reconozco que por un momento me siento como una niña pequeña ante la llegada de ese hombre...
Abro el paquete ante los ojos de mi madre.
Ya lo he tocado y no parece poder entrañar ningún peligro.
La forma delata que es un libro...
Y espero que la lectura de él me lleve a sentirme tan bien como cuando comparto mi tiempo contigo.
Jaume Sanllorente- SONRISAS DE BOMBAY.
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