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Mostrando entradas de septiembre, 2011

ANTES DE QUE LLEGARA LA LLUVIA...

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Las palabras han dejado de moverse. Lo mismo que las manecillas del reloj de arena. Del agua… Y de ser turista en tu cuerpo, ando segura que caminaría en el abismo de tu piel. Extranjera de cuanto creí conocer asiéndome a tus manos. Intentando dar con una de tus pestañas para saltar al vacío desde ella y llegar así a una nada que hoy me recorre por completo de cáscara para adentro. Camino en círculos volviendo una y otra vez a tu pecho. Deslizándome costilla abajo y cayendo una y otra vez en la grieta de tu ombligo…Tu ombligo… … Antes de echar en falta nada, busqué en las vidrieras antes llenas de color de tus ojos… Lo hice en la maraña cana de tu pelo. En tu ausencia y el silencio… En tu cuello y en tus hombros… … Antes siquiera de echar en falta nada, me dediqué a desflorar cada una de las palabras… Todas… Para acabar entendiendo que no hablamos la misma lengua. Que no vestimos voces que puedan replegarse sobre el cuerpo del otro… Ni melodías qu

PEQUEÑOS MUCHOS... ( O DE CÓMO HABLARTE DE UN MIÉRCOLES O UN JUEVES ...) ;-P

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Pequeños muchos hacen algunos grandes… Y aunque de esa noche no guardo recuerdo sonoro de palabra alguna, ya me entretendré en darle la forma, el color, y el timbre a aquellas que me apetezca en cada momento, de todas cuantas pude desenterrar de entre la arena antes de volver… Y es que de no haber habido luna, tampoco noche… Y si inerte nos mostraba una clara y plata pincelada de un mar en calma, escondida tras el espeso manto de nubes, se nos ruborizaba adquiriendo el tono sepia con que nos despedimos de ella… Pequeños muchos hacen algunos grandes… Y no hará falta que te hable de los mares que venían a romper en la orilla, en canon, una y otra vez... Llenando de blanca espuma el horizonte que recorrían mis ojos… No necesitarás que te hable de la estrella que cruzó entre noche y nube el cachito de cielo que contemplaba en ese momento… La última que vi caer, lo hizo hace ya demasiado… No habrá agua que no me devuelva al instante siempre que quiera, aunque el claro día,