LLEGUÉ TARDE ( ENERO 2009)
Esa mañana de camino al trabajo, sentí la punzada…
Es raro…
Lo es siempre….
La noche anterior el reloj se había parado a las 23: 40 horas, y un escalofrío recorrió por completo mi cuerpo y un pensamiento…
Lo supe entonces pero fui incapaz de pensar o moverme…
Algo me lo recordó esta mañana y cuando decidí llamar a casa, me respondiste como sólo tú sabes hacer en estas ocasiones…
Esperé tu llamada, y viendo que no se producía, decidí arriesgarme, esperando y sin esperar en el fondo…
Ya no sabía que iba a dolerme más…
Has utilizado las palabras que creías que menos iban a dolerme…
Sabía que lo harías así…
No te imaginas el bien que me hace saber que cuidas de ellas para que duela menos, a sabiendas de que nada de lo que digas va a restarle un ápice de sufrimiento a mi alma...
Te lo agradezco, pero esta vez, quería despedirme, así que has pasado a buscarme antes de que todo acabara…
Todo lo que puede acabarse, porque el recuerdo sigue…
Duele ahora, lo calmará el tiempo, pero duele ahora….
Ya me conoces...
Y vuelvo a sentir que mi día a día vuelve a ser lo que era antes de intentar plantearme nada…
Vuelven esos golpes que me hacen seguir teniendo tanto miedo…
Me empeño en pensar que mi realidad es otra, pero al cabo del día, algo me hace volver a mi vida.
...Nacemos indefensos.
A la larga nos jactamos de decir que todo cuanto vemos duele.
Duelen la ilusión, el amor, la pérdida, la lluvia, las noches de frío, la oscuridad y entender
que todo cuanto vivimos nos empequeñece como hombres...
Nadie va a cambiar eso nunca...
Nadie puede...
Ni tú ni yo podemos.
Esa es la única verdad.
Estar vivo duele.
Pero nos detenemos demasiado en el dolor que causa la vida,
sin entender que es mediante el dolor que podemos seguir creciendo.
La vida duele.
Vivir duele.
Y de qué manera.
Cuánto has sufrido?
Cuánto has aprendido?
Cuánto daño te han hecho?
Cuánto dolor has regalado sin necesidad alguna,
por el simple hecho de demostarles a todos y a tí mismo que estás vivo...
Vivir va a dolerte siempre.
Nadie puede cambiarlo.
Ni tú ni yo podemos.
Tus heridas se convierten en mi aprendizaje.
El llanto que derramo por esas heridas, se convierte en el dolor de la vida.
Mi vida.
Esa que irremediablemente duele.
Siempre.
Vivo, entiendo, avanzo, comprendo, asimilo, me hundo y siento dolor,
pero sigo estando aquí, viva.
Desearía no tener que aprender más,
pero lo poco que duele, me demuestra que aún queda vida por aprender...
...QUE TENGAS UN BUEN CAMINO DE VUELTA SWEETY, MI PRINCESA...
Ya me disculpareis, pero hoy no es un buen día para moños...
Tal vez mañana...
Quién sabe?...
Cuídense.
Sean Felices.
Ciao.
Es raro…
Lo es siempre….
La noche anterior el reloj se había parado a las 23: 40 horas, y un escalofrío recorrió por completo mi cuerpo y un pensamiento…
Lo supe entonces pero fui incapaz de pensar o moverme…
Algo me lo recordó esta mañana y cuando decidí llamar a casa, me respondiste como sólo tú sabes hacer en estas ocasiones…
Esperé tu llamada, y viendo que no se producía, decidí arriesgarme, esperando y sin esperar en el fondo…
Ya no sabía que iba a dolerme más…
Has utilizado las palabras que creías que menos iban a dolerme…
Sabía que lo harías así…
No te imaginas el bien que me hace saber que cuidas de ellas para que duela menos, a sabiendas de que nada de lo que digas va a restarle un ápice de sufrimiento a mi alma...
Te lo agradezco, pero esta vez, quería despedirme, así que has pasado a buscarme antes de que todo acabara…
Todo lo que puede acabarse, porque el recuerdo sigue…
Duele ahora, lo calmará el tiempo, pero duele ahora….
Ya me conoces...
Y vuelvo a sentir que mi día a día vuelve a ser lo que era antes de intentar plantearme nada…
Vuelven esos golpes que me hacen seguir teniendo tanto miedo…
Me empeño en pensar que mi realidad es otra, pero al cabo del día, algo me hace volver a mi vida.
...Nacemos indefensos.
A la larga nos jactamos de decir que todo cuanto vemos duele.
Duelen la ilusión, el amor, la pérdida, la lluvia, las noches de frío, la oscuridad y entender
que todo cuanto vivimos nos empequeñece como hombres...
Nadie va a cambiar eso nunca...
Nadie puede...
Ni tú ni yo podemos.
Esa es la única verdad.
Estar vivo duele.
Pero nos detenemos demasiado en el dolor que causa la vida,
sin entender que es mediante el dolor que podemos seguir creciendo.
La vida duele.
Vivir duele.
Y de qué manera.
Cuánto has sufrido?
Cuánto has aprendido?
Cuánto daño te han hecho?
Cuánto dolor has regalado sin necesidad alguna,
por el simple hecho de demostarles a todos y a tí mismo que estás vivo...
Vivir va a dolerte siempre.
Nadie puede cambiarlo.
Ni tú ni yo podemos.
Tus heridas se convierten en mi aprendizaje.
El llanto que derramo por esas heridas, se convierte en el dolor de la vida.
Mi vida.
Esa que irremediablemente duele.
Siempre.
Vivo, entiendo, avanzo, comprendo, asimilo, me hundo y siento dolor,
pero sigo estando aquí, viva.
Desearía no tener que aprender más,
pero lo poco que duele, me demuestra que aún queda vida por aprender...
...QUE TENGAS UN BUEN CAMINO DE VUELTA SWEETY, MI PRINCESA...
Ya me disculpareis, pero hoy no es un buen día para moños...
Tal vez mañana...
Quién sabe?...
Cuídense.
Sean Felices.
Ciao.
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