PALABRAS... ( 7 DE FEBRERO DE 2010)
Llego a casa con ganas de escribir.
Lástima no poder detener el tiempo, porque las obligaciones reclaman el suyo, y siento que los papeles que intento representar en esta vida, me roban uno que ya nunca volverá a ser mío.
Siento lástima por perder palabras.
Siento lástima por desterrar de mi alma fugaces recuerdos que ya no sé si me acaban llenando o me vacían por completo.
Te echo de menos.
Echo de menos tus ojos, esos con los que tantas veces intentaste que viera mi mundo.
Echo de menos tus palabras y tus alas.
Echo de menos envolverme en ellas.
Y siento que sólo me quedan las palabras para hacértelo entender.
Te echo de menos.
Intento desterrar cuanto haya podido vivir a tu lado, si en mis tormentas he podido llegar a herirte.
Recuerdo que me reñías como a una niña cuando mis actos te mostraban que mis manos andaban huérfanas por miedo a perderte...
No vas a perderme nunca…. Te quiero demasiado….
Y tengo en mi memoria que fue hace tanto…
De vez en cuando recuerdo acordes y cierro los ojos…
Tal vez no puedas entenderlo nunca.
Nadie conseguirá nunca cambiar un alma con intransigencias.
Nadie es dueño de un tiempo que en ocasiones hay que dejar volar para acabar encontrando.
Nadie.
Nunca.
Y sigo sintiendo que te echo demasiado de menos.
La fortaleza que hoy me envuelve, lo hace por completo, y estúpidamente sigo echándote de menos.
Ya no te siento a mi lado.
Ya no me ofreces ver el mundo a través de tus ojos y tus palabras.
Ya no me regalas un solo segundo.
Ya no me acarician tus utopías.
Siento frío y ausente tu halo.
Y eso me lleva a echarte de menos.
Y tal vez sin darte cuenta, entiendas que debía vivir por mí misma, pero no había necesidad alguna para echarte de menos.
Hubiese agradecido tenerte al lado.
Lamentas sentirme ausente, y no entiendes que tal vez aprendí a tu lado y sin tenerte, a sentir como hoy me sientes.
Una sola tormenta puede cambiar cientos de rumbos, y no siempre puedes volver sola a casa.
Ahora entiendo que tal vez resultara más fácil así.
Pero ya entonces te eché de menos como lo hago ahora...
Cuídense.
Sean Felices.
Ciao.
Lástima no poder detener el tiempo, porque las obligaciones reclaman el suyo, y siento que los papeles que intento representar en esta vida, me roban uno que ya nunca volverá a ser mío.
Siento lástima por perder palabras.
Siento lástima por desterrar de mi alma fugaces recuerdos que ya no sé si me acaban llenando o me vacían por completo.
Te echo de menos.
Echo de menos tus ojos, esos con los que tantas veces intentaste que viera mi mundo.
Echo de menos tus palabras y tus alas.
Echo de menos envolverme en ellas.
Y siento que sólo me quedan las palabras para hacértelo entender.
Te echo de menos.
Intento desterrar cuanto haya podido vivir a tu lado, si en mis tormentas he podido llegar a herirte.
Recuerdo que me reñías como a una niña cuando mis actos te mostraban que mis manos andaban huérfanas por miedo a perderte...
No vas a perderme nunca…. Te quiero demasiado….
Y tengo en mi memoria que fue hace tanto…
De vez en cuando recuerdo acordes y cierro los ojos…
Tal vez no puedas entenderlo nunca.
Nadie conseguirá nunca cambiar un alma con intransigencias.
Nadie es dueño de un tiempo que en ocasiones hay que dejar volar para acabar encontrando.
Nadie.
Nunca.
Y sigo sintiendo que te echo demasiado de menos.
La fortaleza que hoy me envuelve, lo hace por completo, y estúpidamente sigo echándote de menos.
Ya no te siento a mi lado.
Ya no me ofreces ver el mundo a través de tus ojos y tus palabras.
Ya no me regalas un solo segundo.
Ya no me acarician tus utopías.
Siento frío y ausente tu halo.
Y eso me lleva a echarte de menos.
Y tal vez sin darte cuenta, entiendas que debía vivir por mí misma, pero no había necesidad alguna para echarte de menos.
Hubiese agradecido tenerte al lado.
Lamentas sentirme ausente, y no entiendes que tal vez aprendí a tu lado y sin tenerte, a sentir como hoy me sientes.
Una sola tormenta puede cambiar cientos de rumbos, y no siempre puedes volver sola a casa.
Ahora entiendo que tal vez resultara más fácil así.
Pero ya entonces te eché de menos como lo hago ahora...
Cuídense.
Sean Felices.
Ciao.
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