De algunos monstruos y otros depredadores o de cómo descubrir que no eres Heidi...

Qué pasa peña de humanos raros? Aquí Rita, a los mandos estos que más mal que bien, han ido haciendo callo, y no, no es plan.    No tengo demasiado tiempo que me espera una lagarto guapo, guapo. Comentaros que esto pilla un receso de los grandes, que mi humana anda por las ramas de esta vida, y finalmente parece (eso si no está ovulando la muy cabrona), que ha entendido que no siempre uno tiene la obligación, ni consigo, ni contiguo, ni con naide. Mucho menos si tampoco es que seas una divinidad escribiendo, y más aun cuando lo que escribes son mieddas. Ya sí, soy pelín japuta, pero ella me quiere, a ratos, pocos. Menos es nada. Que cuando algo no acaba de hacerte sentir bien, se desecha y a otra cosa mariposa. Esto último es válido para ropa, libros, y semejantes vuestros, de esos cargados de mierdas y penas de vidas, sois así de maravillosos e inteligentes los de vuestra especie. Yo sigo pensando que su problema es sentir tanto y tan mal, así que dice que va a p

Deambulo por la maldita habitación intentando sin demasiado éxito retener lo que quiero que quede dentro. Ya siento decirte que no lo consigo del todo, y alguna lágrima rebelde resbala mentón abajo. La aparto con rabia, esa que muy probablemente debí haber terminado de todas todas, porque es probable que esto que siento hoy, se deba solo a haberte buscado. A haberte querido. Por más que yo me atreviera a pronunciarlo, y a que tras todo este tiempo, sigas anclado dentro por más que no lo merezcas y a mí me siga haciendo daño. Te reconozco no sin rabia y sin una vergüenza que me lleva a desdibujar las teclas de este maldito pc, que esperaba, y que seguí haciéndolo por más que me doliera y fuese yo la que se hiciera daño. Que te quise como no he querido a nadie y que no creo que pueda volver a querer de la misma manera. Que te he imaginado no cientos de miles, sino millones de veces. Que conmigo se quedaron los latidos que nunca compartimos, los que de