PELO NEGRO, OJOS VERDES...

Salgo a las dos y cuarto y apenas tengo quince minutos para picar algo y volver a empezar, así que me dirijo como de costumbre a la panadería donde varias veces al día me sirven café con leche que acompaño con tostadas, o con un par de crusancitos pequeños.
Lo sé, pero es que si paro a embutirme un bocata, no llego a tiempo.
También podría llevarme un taper…
Podría hacer millones de cosas, pero llevo esa vida desordenada que ya imaginas…

_Joder tía, qué te ha pasado?
_Nada.
_Pero te has peleado con alguien o qué? No habrá sido…..?
_Joder Nuria, siéntate y deja de gritar que nos están mirando.
_Pero tú te has visto?

Desisto de tomar el café y la miro…
_Más que eso. Vivo en mi cuerpo. Sí, este que tienes delante, así que además de haberme visto, puedo notar que aún me duele.

Me mira con lástima.
Creo que entre la mía y la suya van a aplastarme.
Me toma del brazo, y encogiendo el cuello, acto que utilizan quienes quieren bajar la voz sin detenerse a pensar que eso no hace falta, vuelve a preguntarme:

_Cómo te lo has hecho? Te has peleado?
_Sí.
_Con quién?
_Con una puerta demasiado limpia.

Se extraña frunciendo el ceño y levantando la barbilla.
Guarda silencio esperando a que continúe con la explicación…
…Sigo sorbiendo mi café.

De golpe y porrazo estallo en un tremenda risa que hace que la taza se tambalee en mi mano.

_Que te paaaaaaaaasa?
Me encanta esa manera suya de hablar. Cuando alarga las “ as”.

_No te has peleao?

Y niego con la cabeza mientras en medio de la panadería atestada de algunas personas que comen, otras pasan a recoger la barra de pan tras el trabajo.

Me duele pero no quiero parar.
Ya me pasó cuando tras ocurrir, el daño no físico sino ese del orgullo, callaron en mi cabeza. Y luego, cuando me encaminaba hacia el coche.

Cuando consigo calmarme, se lo cuento.

…Un cristal demasiado limpio.
Y es que ya me extrañaba a mí que la gatita de Marta no hubiera tratado de entrar si la puerta estaba abierta...
Pero es que no lo estaba.
Y me he estampado. Literalmente.
De haber llevado la boca abierta, y con la velocidad que caracterizaba mis pasos en esos momentos, me la hubiera tragado…
Que creo que es en parte lo que ocurrió. ( No ando muy segura).

Cuando logro reaccionar tras haber perdido las gafas, un hilo de sangre abundante recorre mi nariz tiñendo mis labios y saltando desde la barbilla…

La cabeza parece tener la necesidad de estallar, así que me siento unos segundos en plan indio y con la cabeza inclinada hacia delante tapando la hemorragia.

…Parece haberse dado cuenta, y desde el otro lado de la puerta, en la parte baja del impoluto cristal, la felina me mira con sus enormes ojos verdes.

No sé si me apetece reír o llorar, y no es hasta que me lavo la cara y la sangre deja de correr, que entiendo que ese chichón que está saliéndome en la frente, es el motivo de que mi mundo se tambaleara hace unos segundos.

Oh por Dios qué estúpida me siento!

Reconozco que me divierto más cuando la veo reír…

…Acabo de cenar.
Hoy es pronto, pero ando sin peque y mañana me espera un día de esos guapos de trabajo.
Y la frente me duele aún…
Ando escuchando el tema “You´re not alone” de Mads Langer y no creo que tarde en acostarme…

P.D: Feliz Navidad… Seguid soñando, que es a fin de cuentas lo que nos mantiene vivos.

Ciao
;-P