PHALAE...


                                                     Fotografía de Gise-Stach



…Habían pasado juntos el fin de semana.

 Acercándose el momento de despedirse de nuevo, podía sentir que el pulso bajo sus muñecas le dolía como nunca antes.

Había sido sin duda uno de sus diamantes. Y la reconoció la primera noche que pasó con ella en aquel burdel oscuro y maloliente. Dos vidas y media atrás. Antes de llegar a pactos. Desconociendo de dónde provenía, qué llevaba dentro o cuántas noches había dormitado en otros brazos que no fueran los suyos.

La había observado en silencio, mecerse junto a las olas en la popa del barco.

Había vuelto a decirle cómo llegó a quererla, y también cómo supo que ella lo quiso. Ambos a su manera, con silencios y algunos tiempos de por medio.

Se habían perdido tantas veces, que aun le recordaba extrañado que hubieran podido volver a sentir la misma pasión en todos y cada uno de los reencuentros.

Sin duda habían vuelto a reírse al recordar el apodo cariñoso con el que se dirigía a ella en la intimidad, y que la primera vez la hizo vestirse pensando que aquello era un insulto.

Recordaron también el día que le llenó aquel cubículo donde se mezclaban el vicio y la mayor de las tristezas, de aquella flor. La suya. Y cómo tras el último de los clientes que la reclamaba, habían hecho el amor sobre aquellas sábanas sucias…

Antes de que cayera la noche se habían deshecho del amarre y tras verificar las coordenadas, habían puesto rumbo a la pequeña cala que los había visto amarse tras cada encuentro. Donde dos vidas y media atrás habían dibujado sobre la piedra de la vieja muralla un corazón y las iniciales de sus nombres.

Seguían allí. Maltratadas por el viento y el salitre. Viejas como ellos.

Aquella madrugada la abrazó por última vez, la besó con toda la ternura que esta le había enseñado y colocó sobre el suelo una manta para contemplar el cielo punteado de estrellas…

Cuando la brisa de la mañana acompañada del suave oleaje lo despertaron, la observó dormir y supo que había llegado el momento del que años antes ella le hablara.

_Antes de que el sol lo inunde todo. Tras una noche de luciérnagas aladas. Tras todos los recuerdos, y después de que hayas podido perdonarme…

…Buscó la dirección del viento colocándose a su favor, dejó caer algunas flores sobre el agua, abrió la urna y esparció sus cenizas…



Cuídense.



Ciao.



;-P

Comentarios

  1. No se porque me lleva a un año atrás. No pisamos ningún barco... Pero si hubo esa mañana, en nla que me besó por última vez.
    (Nena! No me hagas esto... Ir poco más de un año atrás no me sienta nada bien... Quiero vivir el presente.)

    Parece ser que este sentimiento me acompaña sin yo saberlo.

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