BUENAS NOCHES SEÑORA ARAÑA...
Llego agotada.
Sale a recibirme porque me ha visto por la ventana, y viene hacia mí gritando.
Su carita se ilumina cuando le enseño la bolsa de caramelos que le traigo.
No debería, pero es un día, y ha estado todo el sábado sin verme desde que esta mañana temprano saliera para trabajar, dejándolo dormido y con un bibe entre sus muchos peluches.
Una ducha y vuelta al trabajo.
El más duro. El mejor del mundo cuando te sientes recompensada, y hoy es uno de esos días en los que los planetas se alinearon.
Le encanta escribir en el ordenador, así que le abro un Word y con letras enormes empezamos a unirlas.
La M con la A…
La C con la A…
Cuando se cansa bajamos a pintar y observo que fija más su atención y mira de no salirse de las rayas aunque sus trazos siguen siendo largos y de vez en cuando, cuando el rotulador sobrepasa la raya, levanta la vista y le digo que no pasa nada, que continúe…
Luego hacemos números. Sigue confundiendo el cinco con el dos, y si le pido primero que haga el cinco, el dos corre la misma suerte que el anterior y acaba convertido por arte de magia en otro cinco.
Cenamos juntos y cuando lo subo a la cama, aparece un hilo negro que enrollo para poder tirar a la basura, y empieza el juego….
_Quítate el jersey y los zapatos. Quítate el pantalón y ponte el pijama.
Sigue discutiéndome aunque menos.
Y como el dos, el hilo se convierte también por arte de magia en una araña que se mete dentro de su pijama y le muerde la barriga….
_Araña?
_La araña vendrá cuando te pongas los botones.
Y mientras intenta ponérselos, mira a todos lados en busca de su nueva amiga.
_Araña sólo le queda un botón. Dónde estás?
Y le viene esa risa que lo afloja por completo.
Vuelve a aparecer y esta vez, se mete en sus pantalones, mordiéndole desde la pantorrilla hasta el muslo.
_Está en tu culete!
La araña se ha metido en el pañal!
Ríe.
Y no hay mejor música para acabar el día que esa que te llena por completo sin falta de acordes o graves. Sin falta de compases ni ritmos.
Vuelvo a darle el bibe para dormir y me pide que le acerque a todos los peluches que andan a los pies de la cama.
Desde Pluto, a Mickey o Lula, pasando por la Osita Anna o Pato, sin olvidar a la Señora Rana.
Hoy además quería los libros que andamos leyendo desde hace unas noches.
Y cuando lo beso y le deseo buenas noches, me mira muy serio.
_Falta uno.
_No cariño. Ya no hay más.
_Falta uno.
_Vida ya no cabéis más en esta cama.
_Mama falta Araña…
Sonrío y le acerco a su nueva amiga venida de la nada, y la agarra en una mano mientras en la otra toma su bibe.
Cuando lo oigo roncar, me levanto y le aparto todos los peluches y los libros.
Miro su manita.
Aprieta con celo a su nueva amiga.
_Buenas noches señora Araña!
Sale a recibirme porque me ha visto por la ventana, y viene hacia mí gritando.
Su carita se ilumina cuando le enseño la bolsa de caramelos que le traigo.
No debería, pero es un día, y ha estado todo el sábado sin verme desde que esta mañana temprano saliera para trabajar, dejándolo dormido y con un bibe entre sus muchos peluches.
Una ducha y vuelta al trabajo.
El más duro. El mejor del mundo cuando te sientes recompensada, y hoy es uno de esos días en los que los planetas se alinearon.
Le encanta escribir en el ordenador, así que le abro un Word y con letras enormes empezamos a unirlas.
La M con la A…
La C con la A…
Cuando se cansa bajamos a pintar y observo que fija más su atención y mira de no salirse de las rayas aunque sus trazos siguen siendo largos y de vez en cuando, cuando el rotulador sobrepasa la raya, levanta la vista y le digo que no pasa nada, que continúe…
Luego hacemos números. Sigue confundiendo el cinco con el dos, y si le pido primero que haga el cinco, el dos corre la misma suerte que el anterior y acaba convertido por arte de magia en otro cinco.
Cenamos juntos y cuando lo subo a la cama, aparece un hilo negro que enrollo para poder tirar a la basura, y empieza el juego….
_Quítate el jersey y los zapatos. Quítate el pantalón y ponte el pijama.
Sigue discutiéndome aunque menos.
Y como el dos, el hilo se convierte también por arte de magia en una araña que se mete dentro de su pijama y le muerde la barriga….
_Araña?
_La araña vendrá cuando te pongas los botones.
Y mientras intenta ponérselos, mira a todos lados en busca de su nueva amiga.
_Araña sólo le queda un botón. Dónde estás?
Y le viene esa risa que lo afloja por completo.
Vuelve a aparecer y esta vez, se mete en sus pantalones, mordiéndole desde la pantorrilla hasta el muslo.
_Está en tu culete!
La araña se ha metido en el pañal!
Ríe.
Y no hay mejor música para acabar el día que esa que te llena por completo sin falta de acordes o graves. Sin falta de compases ni ritmos.
Vuelvo a darle el bibe para dormir y me pide que le acerque a todos los peluches que andan a los pies de la cama.
Desde Pluto, a Mickey o Lula, pasando por la Osita Anna o Pato, sin olvidar a la Señora Rana.
Hoy además quería los libros que andamos leyendo desde hace unas noches.
Y cuando lo beso y le deseo buenas noches, me mira muy serio.
_Falta uno.
_No cariño. Ya no hay más.
_Falta uno.
_Vida ya no cabéis más en esta cama.
_Mama falta Araña…
Sonrío y le acerco a su nueva amiga venida de la nada, y la agarra en una mano mientras en la otra toma su bibe.
Cuando lo oigo roncar, me levanto y le aparto todos los peluches y los libros.
Miro su manita.
Aprieta con celo a su nueva amiga.
_Buenas noches señora Araña!
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