...QUE LAS AMARGADAS CHONIS TRISTES NO TIENEN SU QUÉ...( XXXV )

...

Nos quedamos cerca de una hora en el coche hablando.

Cuando me despido de ellas vuelvo al piso. Brad parece tranquilo. Apenas me ve y me reconoce sigue tumbado en su colchoncito cerca del radiador. George está en una esquina del sofá. Tras acariciarlo y comprobar que todo está donde debe estar y como debe estar, voy directa a la ducha...

...Algunos leves gruñidos y movimientos que no pasan de tics me desvelan. Lo observo dormir. Veo aparecer por debajo de la goma del bóxer un pico de algo que debe llevar tatuado. Me siento mala, sonrío para mis adentros y bajo un poco la tela para observarlo.

Cuando me despierto y tras comprobar que todo está en orden voy a la cocina a preparar el desayuno. Doble de vitamina “C”. Café bien cargado y tostadas.

Rato después levanto la persiana sin miramientos.

Para entonces ya veo que Chema trata de salir de la bruma mental que lo tiene colapsado por completo.

_Buenos días!

No responde.

Trata de ubicarse.

_He preparado el desayuno. Te lo dejo encima de la cama. La cadena llega al baño.

Tarda en contestar.

_A qué estás jugando? Dime al menos que follamos.

No contesto.

_Tienes veinte minutos para desayunar. No comerás ni beberás nada hasta la hora de comer, así que espabila.

Salgo de la habitación.

Bajo a pasear a Brad. Fumo como una carretera lo que dura el recorrido.

Vuelvo a casa. Tomo el spray de pimienta y voy a la habitación. Chema sigue en la cama desayunando con una mano. La otra la tiene atada.

_Has acabado?

_Sí.

_Genial. Me llevo la bandeja entonces.

_Necesito ir al baño.

_Irás en breve.

Vuelvo a la habitación y saco la llave del bolsillo del pantalón. Abro los grilletes de un pie y el de la mano.

_Tienes cinco minutos. _Toma una ducha si quieres.

_Y cómo paso…?

Se da cuenta de lo que está a punto de preguntarme. Alzo una de las cejas.

_Está bien, loca de los cojones.

_Esa lengua, Mangueritas!

Lo dejo en la ducha y vuelvo al comedor.

Cuando vuelvo a la habitación lo encuentro tratando de entender qué hacen las cadenas y los grilletes en las cuatro patas de la cama.

_Vas a explicarme a qué estás jugando?

_Vuelve a atarte los dos grilletes.

_Perdona?

_No perdono. No estoy de coña, niñato. Espabila.

_O…?

_Chema, está claro que no eres muy listo. Así que déjate llevar y sigue instrucciones, dolerá menos.

_Dolerá? Crees que vas a hacerme daño?

Lo miro. Me mira. Duelo de miradas y está claro que vemos en el otro todo lo que no queremos ver. Aguanto. Aguanta.

_No voy a repetírtelo Chema.

Se levanta de la cama y se acerca tranquilo, aunque aprieta la mandíbula y veo por el pulso desbocado de su cuello que está de todo menos tranquilo. Vuelve a estar pálido.

Cuando está a menos de un metro y se cuadra con los brazos delante del pecho noto el corazón en la boca del estómago y en las sienes. Muerdo mi labio inferior tratando de desviar su atención. Llevo con disimulo mi mano al bolsillo trasero del pantalón. Coloco el arma en la posición adecuada…

_Por qué estoy mareado?

Mira sus manos como un niño pequeño que acaba de descubrirlas en los extremos de sus brazos. Me mira. No entiende. Se le escapa algo.

_Vuelve a la cama Chema.

_Qué coño me has hecho?! Por qué…por qué hay plásticos en el suelo?

_Tres, dos, uno…

Le vienen arcadas y se tambalea buscando el borde de la cama. Cae. El colchón amortigua el golpe.

Le deshago el nudo del albornoz y lo dejo completamente en pelotas. Esto…

Vuelvo a colocar los grilletes en cada una de sus muñecas y en su tobillo. Suda y tiembla. Lo tapo hasta la cintura. No tarda en volver en sí.

Me acerco a la cama y le doy al botón de puesta en marcha de mi Silkepil.

Un leve zumbido se expande por la habitación, es flojo, pero sé que debe estar martilleándole la cabeza. Empiezo el trabajo para disuadirlo de pensar que en breve va a explotarle. Centrarse en otro punto donde haya dolor es lo más eficaz.

Empiezo por la cara interna del muslo.

Su movimiento es mecánico y consigue que pase a la zona frontal. No lo hago con cuidado. Eso de acabar con una zona e ir incitando otra, poco a poco, para que el dolor sea menor, se deja solo para las mujeres. Un hombre como él no debe andarse con mariconadas.

_Qué coño haces loca?

_Depilarte.

_Depilarme!!!!??? Me cago en...Pero tú estás grillá o qué coño te pasa, tía?Aparta esa máquina de mí o te juro por Dios que cuando acabe contigo no podrán reconocerte ni por los empastes.

_Esperas todavía salir con vida de esta?

Pequeños respingos vienen a demostrarme que no volverá, en la vida, a bromear sobre la falta o no de depilación de ninguna mujer. Nunca. Eso me hace sentir poderosa. Le duele. Su cara lo dice. La manera en que se muerde el labio inferior con todos los dientes y bufa, no deja lugar a dudas.

_Lo hago por ti.

_No me jodas, loca rematada de los cojones!

_No seas mal hablado o paso a la zona de las ingles.

_Por qué haces esto?

_Para que no vuelvas a bromear sobre depilaciones nunca más. Ya sabes lo que puede llegar a doler. Ahora cierra el pico y deja que me concentre.

_Ah, joder! Duele!

_De eso se trata.

_Estás mal. Rematadamente mal, lo sabías?

_Yo sí. El que parece no saberlo eres tú. Irrumpes en mi vida y te da lo mismo pararte a pensar o no en si necesito que me jodan. Ando tratando de dejarte clarito que no pienso aguantarlo más. Deja de dar respingos. No puede ser para tanto, súper hombre.

Bufa.

_Por qué me he mareado antes?

_Drogas. Te las tomaste con el desayuno. A partir de ahora te las inyectaré, espero que no te importe. Me costó ponerte la vía, hacía tiempo que nadie me molestaba, ya sabes

Mira su brazo. No da crédito. _Que no me importe? Estás loca o qué coño te pasa tía?

_Un poco. _ Ladeo mi cabeza.

_De qué vas puesta?

_Por qué quieres saberlo?

_Para saber a quién o a qué coño me enfrento.

_Te enfrentas a una mujer sola, borde, amargada, choni, rara, y con algunos vicios ocultos entre las sombras. Con demasiadas cargas que llevar adelante y sin tiempo para capullos que traten de entrometerse o desviarme del camino. No eres el primero, tranquilo. Cuando acabe no volverás a molestarme. Pasarás a engrosar la lista y en un tiempo todos se olvidarán de ti.

_De qué coño hablas?

_De mis cosas.

Entono entonces la escala de tres notas que varían dependiendo de si suben o bajan. Y mantengo esa misma escala con los mismos cambios de siempre durante un rato. No habla. No lo miro. He acabado con una de las zonas. Paso a la otra pierna. Hace preguntas, las repite, estoy en trance o eso aparento, y no puedo o no quiero contestarlas. Me mantengo así hasta que un teléfono suena. Es su móvil. El número de su hermano aparece en la pantalla.

Se lo enseño.

_Cógelo. Puede ser importante.

_Ya nada lo es cielo. No te has dado cuenta aun?

Tras algunos segundos, una señal de mensaje llega al teléfono.

Le doy al buzón de voz y pongo el auricular.

Es Quique._ Chema, necesito hablar contigo. La noche del viernes Alfredo y Aroa se fueron juntos. Esta mañana Alfredo ha aparecido descuartizado en su piso. Lo ha encontrado la chica de la limpieza y cuando hemos llegado…aquello era dantesco…no sé nada de ti desde que te dejé esa misma noche en casa. Me he acercado a hablar esta mañana con Aroa, me ha confirmado que ayer no te vio y que tampoco apareciste por su piso. No sé qué está pasando macho, pero aléjate de ella. Llámame en cuanto oigas el mensaje.

Sonrío tras cortar la llamada. Lo miro. Enarco la ceja. En ese momento suena mi móvil. Cojo la cinta que he preparado sobre la mesita y la coloco en la boca de Chema. Vuelvo a poner el manos libres.

_Hola Clara. Buenos días.

_Hola Neni. Oye por casualidad no sabes dónde anda Chema, verdad?

_Pues no. _Miro a Chema que asombrado forcejea en un intento de dejarse las muñecas en la cama para salir de allí. _ Siendo lunes ya es extraño que no haya dado señales de vida, no crees?

_Eso mismo. No ha llamado al trabajo y tampoco le coge el teléfono a su hermano. Además parece ser que Alfredo ha sufrido un percance. Quique no me ha explicado nada pero lleva toda la mañana fuera y ya no sé qué pensar.

_Seguro que está bien, tranquila. Debería liarse con alguna y se le han debido pegar las sábanas, ya sabes cómo son estos niñatos.

_Mmmmmjsdfbfvh_ Levanto el dedo índice hacia Chema pidiéndole un segundo.

_Avisadme en cuanto sepáis algo. Vale?

_Vale guapa. Es que es todo tan extraño…

_Ya verás como aparece pronto. Un beso Clara.

_Otro Neni.

Cuando dejo el teléfono sobre la mesita Chema respira con dificultad. Le retiro la cinta de la boca. De golpe. Parpadea repetidamente en un intento estúpido de aguantar las lágrimas...

_Lo has matado?


No contesto, vuelvo a mi trabajo.


_Contéstame Aroa. Lo has matado?

Lo miro, primero intentando aparentar vergüenza, luego sonriendo de manera casual, tímida, para alzar luego mi ceja derecha, la de los cabreos, y notar como se le corta la respiración. 

Vuelvo a mi depilación. Sigue sin dar crédito. Veo cómo se formulan en su cabeza las preguntas.

_Qué has hecho?

No contesto. Sigo a mi trabajo. Ese que va a dejarle las piernas a rodales.

_Qué coño has hecho?!!!

Noto su mirada sobre mí. Piensa. Piensa. Piensa.

 _Puedo hacerte algunas preguntas?

_Y desde cuándo pides permiso para hacer lo que te sale de las pelotas? No pensarás que eso va a hacer que piense de ti que eres mejor persona, verdad?

_Qué día es hoy?

_Es lunes.

_Cómo he llegado aquí?

_Apareciste como alma en pena de nuevo por mi piso. Pasaban de las cinco de la mañana del domingo, y acabaste con mi paciencia. Estaba cansada. No creas que descuartizar es fácil. Además Alfredo era corpulento, ya lo viste.

_Pero no estabais saliendo?

_Eso es.

_Entonces?

_Todo iba bien hasta que estando en su piso una amiga llamó por teléfono.

_Una amiga?

_Sí, un ligue pasado, un polvo fácil, algo del pasado según él. Yo qué sé…

_Y qué tiene de malo que lo llame una amiga?

_Que no dejó que saltara el contestador y me dejó a medias, despatarrada y entre el “ Ay” y el “Como pares te mato”.

_Y?

_Que paró, tío!!!! El muy imbécil paró!!! Y ya lo había avisado.

_Y te lo cargaste por eso? Así, sin más?

Lo miro sin dar crédito a lo que dice. Me levanto de un salto de la cama y llevo mis manos a mi cabeza. Qué parte no entiende?

_No así sin más no, joder!!!!

Está acojonado. Trata de encogerse pero las cadenas no se lo permiten.

_Está bien. Tranquilízate.

_No. No está bien. Y no quiero tranquilizarme! No sabes lo que tardo en llegar a los orgasmos. Lo muy mucho que me cuesta que un inepto como Alfredo me dé placer, lo muy mucho que tengo que hacer la vista gorda para no andar quejándome continuamente de su falta de tacto. Así que, así sin más, no!

Un “ vale” apenas audible sale de su boca. Río, por lo estúpido de mi explicación. Por darle énfasis a mi paranoia. Por volverlo un poquito más loco de lo que él ha hecho que me volviera en estas últimas semanas. Y me acerco a la cama para desternillarme de todo. Soltar adrenalina, estrés o lo que quiera que sea que tenga que soltar ahora mismo.

_Esa cámara para qué es?

_Voy a grabarte.

_Para qué?

_Para correrme una y otra y otra vez mientras visione cómo te descuartizo. Ya te dije que me gustaba el sexo duro, recuerdas? Da gracias de que aquella noche solo te atara. Te di algunos días de más, y los has desaprovechado. Quieres ver lo que grabamos Alfredo y yo?

Niega.

_Lo mismo en pantalla grande da un poco de asco, pero me bajé el vídeo al móvil. No quieres verlo?

Niega.

_Te importa que yo lo haga?

No dice absolutamente nada. Me retira la mirada.

_Estás como una puta cabra.

_Lo sé. El problema es que tú has tardado en darte cuenta.

Cojo el móvil y tras buscar en vídeos le doy al play. Me siento a los pies de la cama, entre sus piernas.

Me muerdo el labio inferior mientras el sonido invade la habitación por completo. Sonrío. Llevo mis manos a mis bragas. Me acaricio debajo de estas y empiezo a gemir. Mientras voy excitándome me acomodo pasando mis piernas sobre el pecho de Chema, y colocándolas una a cada lado. Los gritos de Alfredo resultan aterradores, monstruosos, agónicos. El ruido de la sierra mecánica se solapa en algunos momentos, pero los alaridos vuelven a tomar protagonismo. Apenas un vídeo de tres minutos. Vuelvo a ponerlo una vez acaba.

Cuando acaba el vídeo lo acompaño de un orgasmo fingido. Es lo bueno de haber hecho teatro bajo las sábanas durante algunos años. Entonces compruebo que Chema es incapaz de tragar saliva siquiera. Anda más pálido que de costumbre y le cuesta respirar.

Lo miro. Sus ojos están vacíos y llenos a la vez. De angustia, miedo, ansiedad, pena, arrepentimiento, terror, súplica y finalmente llanto.

_Creo que te dejaré dormir un rato.

_No. Espera, qué vas a hacer?!_ Sale del breve letargo en el que los gritos de Alfredo lo han sumido. Parece que empieza a tomar conciencia.

Voy al comedor y vuelvo con la jeringuilla. Me mira aterrorizado.

_No hagas esto Aroa, por favor. No lo hagas. Yo solo…yo solo quería que…

 Mientras la inyecto en la vía lo miro a los ojos. Antes de que caiga de nuevo en el sueño, llevo mi boca a la suya y le doy un dulce beso. Me mira, pero no responde.

Tenemos quince minutos.

Bajo la persiana de la habitación. Voy a refrescarme y a fumarme un piti a la cocina. Abro la ventana y me sirvo un vaso de agua. Meto las manos bajo el grifo de la pica y las restriego por mi cara...

...Cuando lo veo volver en sí pongo la máquina en marcha. El ruido de la sierra mecánica lo hace despertar. La luz de la habitación es tenue y decir que el rímel me llega a la barbilla es decir poco. Me he cambiado de ropa.

_Espera, por favor, espera!!!

Apago la sierra.

_Tú dirás, Mangueritas.

En ese momento vuelve a sonar el teléfono de Chema.

Me mira, lo miro. Mira a la cámara.

Vuelvo a dejar que salte el aviso del buzón de voz. Rato después y sin haber apartado la mirada del teléfono llega el aviso de mensaje. Le doy al altavoz. Vuelve a ser Quique.

_Chema, es ella. Es Aroa!! Hoy martes ha empezado a hacer correr el vídeo de cómo descuartizaba a Alfredo. Llámame! Dónde coño te metes?? Vamos de camino a su piso. Llámame joder!!!

_No hagas esto Aroa, por favor.

_Chema, no sé hacerlo de otra manera. Lo siento…yo… _Pongo cara de niña buena que no ha roto un plato en su vida. Hago pucheros, y pronto los cambio por una carcajada sonora que tengo que soltar cuando lo veo mirar hacia todos lados esperando que alguien salga de un cajón o de detrás de las cortinas y le eche un cable. Lloro de nuevo…

_Shhh no llores. Todo va a arreglarse. Déjame ayudarte, por favor.

_No puedes! _ Me incorporo de golpe y ladeo mi cabeza mirando al infinito.

_Aroa no estás bien. Déjame ayudarte.

_No estoy loca, Chema!! Y no. No estoy bien! Tú lo has complicado todo!!! _ Sollozo…

_Yo no quería…

_Qué no querías!!!??? Qué coño esperabas? Qué, después de haber hecho que casi pierda el empleo, de que hayan tenido que trasladarme, de convertirme en el hazmerreír de todos. Qué no querías?

_Yo solo…

_Tú tienes la culpa!!!

Se queda callado.

_Eres un cobarde niñato que piensa que puede volverme loca. Un tío bipolar que no tiene claro lo que quiere y que espera que yo lo adivine, y me acople a sus necesidades, a su humor, a su forma de hacer y de decir las cosas. Un puto imbécil que…yo solo te quería lejos de todo esto.

_Me tendrás lejos. No hagas esto, por favor.

El timbre del piso suena unos segundos después. El teléfono de Chema empieza a sonar a la par que el mío. Golpes en la puerta. Gritos. Vuelvo a acercarme a la cama con la sierra. Pesa.

_Sabes que no van a llegar a tiempo, verdad?

_Aroa, no lo hagas.

_Sonríe a la cámara Chema. No querrás salir feo, verdad?

Vuelvo a poner la sierra en marcha y la acerco a su pierna en el momento en que un gran golpe se oye en el comedor.

_Aquííííí!!!!! Estoy aquí!!!!!!!!! Quiqueeeeeee!!!!! _ La mirada de Chema se debate entre mirar a la puerta y mirar hacia dónde llevo la infernal máquina…

_Cobarde. _ Vocalizo esas palabras a sabiendas que no va a poder escucharlas bajo el ruido de la sierra.

Los gritos en el pasillo delatan a todo un tropel de gente invadiendo mi intimidad. Mi castillo. Mi fortaleza.

La puerta se abre en el mismo instante en que coloco la sierra sobre su pierna mientras miro sus ojos y él solo busca que quien haya detrás de ella llegue a tiempo.

Oigo cómo Chema grita. Sus alaridos son igual de monstruosos que los de Alfredo hasta que pierde el conocimiento.


P.D: Fin de la primera parte, y ahora mismo ando preguntándome quién me mandaría a mí a empezar esto!!!

Cuídense.

Sean Felices.

Ciao.

;-P