TARDE EN CALMA...

...

Vuelvo a replegarme.
A bailar sobre mí misma.
A alejarme.
A quedarme quieta para contemplar el paso del tiempo.
A sabiendas que en mi armario, y tal vez en futuro, haciendo hueco, cabría tu ropa.
Todo empezó con un café entre letras y libros.
Siguió con la necesidad de encontrarme entre las palabras.
Entre las tuyas.
La necesidad de intuirme por poco que fuera para que llegada la mañana desterrara la idea sólo por estúpida…

…Esta tarde me encamino a esa cafetería, con el vestido nuevo que deja la espalda al descubierto.
Creo que ya nos conocen.
No te gusta este tiempo.
A mí en cambio me encantan los días nublados…
Tú tomas el café sin azúcar.
Yo necesito el dulce del azúcar que se aposenta al final de la taza blanca…

Estamos tan perdidos de horizontes que se nos niegan palabras.
Hace días que lo noto.
Fue mala idea pensar que de esto, podrían nacer nuevas.
Estúpido de nuevo imaginar que los posos podrían ser dulces…
No puedo obligarte a seguir adelante.
La sola idea me cansa.
Ya sabes…

Dejé de creer en tantos y tantas cosas, que no entiendo qué me hace seguir guardando pedazos de alma dentro…

Gracias por ese café.
Las palabras que pronunciaste.
Por cada uno de los silencios.
Y una de las tardes más llenas de calma.

P.D: Sé feliz.

Ciao.

;-P