LA QUE AVISA NO ES TRAIDORA...O LO MISMO UN POCO...


Soy tan desconfiada, que ante una jugada que no he observado como debiera, espero verla caer y observo si es lisa o rallada…
Reconozco que con el tiempo, y a base de ir volviéndome, digamos….pachorra, pasota, pelín macarra y una pizca bohemia, he aprendido a disfrutar del juego y he dejado de competir.
Aunque sigo reconociendo que una bola dentro, me hace tener en ocasiones el impuso de dar saltitos que a mi edad no quedarían demasiado bien, así que únicamente me contengo, levanto la barbilla ( mu digna yo), y observo el tapiz verde como si nada…
Lo divertido del billar, es comprobar cómo cada uno tiene sus propias reglas. O más bien debería decir, cómo el dueño de cada una de las mesas impone las suyas. Así que no es de extrañar, que lleve un follón mental que lo flipo, y haya optado por comprarme un libro donde se expliquen y especifiquen las reglas universales de tan divertido juego, porque a estas alturas de mi vida, un poco cazurra puedo ser, pero también me va eso de discutir, discernir, aprender, llevarte a mi terreno y que me acabes dando la razón por pesada y bajo el miedo ( sutto o muette) de que te quedes sin besos…
Que soy una tramposa también es sabido por los astros que decidieron concederme tan gran privilegio, y aunque para ello mis movimientos hayan tenido que ir cambiando con el paso del tiempo y la experiencia del contrario, sigo ocultando algunas de mis bolas ( Pudiendo éstas ser chinas y proviniendo del mismo Burgos!), pidiéndote bajo súplicas ( sutto o muette de lo anteriormente comentado) que me dejes repetir el tiro (venga, por faaa…). Hablándote en el momento menos indicado, y si da la casualidad de que billar y hombre buenorro ( de esos con jeans gastados, y camiseta guay destartalada) se unen la misma noche, poniéndome en la esquina contraria y bajándome el jersey hasta dejar al descubierto el canalillo, o atusándome el pelo mientras miro hacia dónde tirar en el próximo turno…
Para el futuro, quedan ustedes avisados. Y por ello la trampa es menor y no puede llevar a discusión.
Se informa también que si el billar es público, las reglas las pongo yo. Y de esta manera, si quiero repetir un tiro o tirar en la dirección que no se puede, a mí me dejan.
Puede parecer lo que no es, o lo que pudiendo con tal seguridad ser no quieras creer, pero si no hay música y una puede concentrarse en el juego sin tener que lidiar con el “ chunda-chunda”, el único ruido que permito es el de las bolas y el de la tiza. ;-P ( Permito…Qué guay suena teniendo en cuenta que no tengo ni mesa, ni bolas, ni palos, sean de punta metálica, de madera o plástico…;-P)
Y si tras mucho trampear, pierdo, la revancha será con el juego de bolos de la “ Güí “.

Otro día lo mismo te explico cuáles son mis reglas para ese juego.
Tras esto, sólo queda que te preguntes si vamos a ir a jugar al billar, o prefieres directamente meterte en la boca del lobo y poner un mando en mis manos…

Se me cuiden.

Ciao.

;-P

Comentarios

  1. Soy más de ajedrez. Te reto, si gustas. El mate del loco es mi especialidad.

    Los palos de billar sólo me sugieren la imagen de Gerardo Prager siendo apaleado. Cosas de la psicopatía, qué le vamos a hacer.

    Mientras tanto, acompáñame a escuchar a Nahuel.

    ResponderEliminar
  2. ¿Lo mejor del billar? No saber jugar y que te enseñe un tio que sabe y que le gusta.

    Me parece tan sensual y sexual dejarse enseñar... Espero que sigan misclases "particulares" de las que no sé cual es la forma de pago.

    Por cierto, bonita foto.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

MERECES...

CONSTELACIONES... ( 3 DE MAYO DE 2009)

QUÉ TEXTURAS PINTAN LAS NUBES?...