TORMENTAS QUE CALMAN...

Reconozco que he tenido que mirar la fecha en el ordenador.
Sé que faltan pocos días.
Y he tratado de olvidarme del paso del tiempo.
Me ha llegado otra foto tuya vía sms.
Estás en el Museo de las Artes y las Ciencias.
No sé si recordarás esta segunda vez.
La primera eras demasiado pequeño…

Acabo de mirar por la ventana.
Sabía que el cielo aparecería como a mí me gusta.
Ando escribiendo sobre la cama repleta de cd´s que guardan mi vida a tu lado.
Ayer me propuse ponerlas en orden y buscar fotos…
Sigo reconociéndome.

Eso y que tras salir de la ducha, el espejo del baño me ha mostrado lo que éstos últimos días...

No tardará en empezar a llover.
Deberías ver lo rápidas que se mueven las nubes.
Las hay de todas las tonalidades entre el blanco y el más oscuros de los grises.

No tengo ni idea de si te asustarán tanto como a mí los truenos a tu edad.
Ahora en cambio, y creerás que estoy loca al leer esto,…Ahora en cambio me aportan paz.
Veo nueves.
Bajas.
Casi podría tocarlas si saco la mano por la ventana.

Tampoco sé si intentarás encontrar figuras en las nubes como yo hacía.
O si alguna noche intentarás buscar paz bajo un manto enorme de estrellas.
Ni si esperarás despierto para ver la lluvia ( no recuerdo el nombre del santo,) que llenaba el cielo de lágrimas que se cruzaban ante los ojos más ávidos, y los que estuvieran mirando el cuadrante del cielo indicado…
Yo recuerdo haberlo hecho y era alucinante…

Lágrimas de santa Teresa? O eso son dulces?...

La brisa fresca y con olor a lluvia entra por la ventana.
No sé si llegarás a sentirla alguna vez como la siento yo ahora.

No sé si es miedo.
Intento apartarlo.
Creo que de momento le llevo ventaja y voy ganándole batallas.
Poquitas.
Pero alguna que otra me mantiene.
Cada día acabado es una pequeña guerra vencida contra esta vida.

Y mi día hoy, acaba tras una buena ducha de agua fría.
Junto a la banda sonora que acompañará sin duda y para siempre, el principio de esta etapa...

Todo lo bueno que quiero pensar que va a traer.
Todo lo que ya ha traído.
Aunque me cueste reconocerlo por miedo a perderlo tal vez.
Haciendo como si nada e intentando estar distraída para que no sienta que me doy cuenta.

Me sigo reconociendo.
Aunque menos.
Tras los mismos espejos.
Las mismas tardes lluviosas.
Las mismas copas de los enormes pinos que veo desde mi ventana.
Las mismas gotas de lluvia que han caído ya sobre el cristal…

He tenido que volver a mirar fotos…
He vuelto a abrir la ventana…
Oigo la lluvia golpear el suelo…

Y me pregunto si el vacío me sigue llenando como hasta ahora.
A sabiendas que probablemente sí.
Pero siendo diferente.

Las gotas golpean cada vez con más fuerza.
Siguen apareciendo rayos en el horizonte verde.
Y el cielo sigue ennegreciendo y buscando su camino con celeridad…

Deberías ver el viento que se ha levantado.
He encendido dos velas y las libélulas que cuelgan de mi estantería.
Y tengo la linterna a mano…

Tiene gracia si te paras a pensar que hablo de vacíos nuevos.
Nuevos huecos.
Y aparecen de golpe los miedos más infantiles…

A todo esto ando sonriendo para mis adentros.
Sigo sintiéndome bien.

Lo que no quita que estas noches, prefiera sentirme acompañada…
Y que mi cena sea, como de costumbre y en estos casos, un vaso de leche caliente con cola cao, mojando galletas, mientras veo llover.

;-P

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