SUERTES...

7 de Agosto


Día raro donde los haya.
O eso o con muy mala leche.
Que una anda acostumbrada a tener eso que algunos llaman suerte.
Mucha.
Pero toda mala.
Bromas a un lado, y aunque los problemas empezaron temprano (veinticinco minutos después de abrir los ojos) el día no ha ido del todo mal.

Ya hace semanas que la batería del coche me daba problemas. Y hoy decidió morirse de nuevo.
Dos veces!!
La primera al meterme en el coche para ir a trabajar.
Gracias a un vecino y tras algunos intentos, el coche se pone en marcha y me decido a ir a desayunar con Gloria.
Ya habíamos quedado la noche anterior tras estar en su casa hablando de todo en general y de nada en particular, mientras compartíamos algún café y más de una lima.

Me encamino al primer taller y me dicen que me cambian la batería y el filtro de aceite y el aceite.
Lo cierto es que debo plantearme hacerle algo cada mes, pero el dinero sigue sin llegar.
Y me daría lástima perderlo por no haberlo cuidado como debiera.
Finalmente la batería no la pueden cambiar.
Van volcadas y perderían el líquido que llevan, estropeando el motor…
( Los estadounidenses son complicaos de narices….Pa qué lo giran???!!!.
Que pongan las baterías como todo el mundo, y así en cualquier taller te la cambian y listos!!)

La segunda muerte se produjo tras haberlo aspirado y dejarlo en condiciones para que si sanidad me para no me imponga sanción económica.

Creo que volvió a morirse de gusto.

Así que tras mucho taller abierto, pasarme cerca de tres horas buscando una batería de gel que no encuentro por lado alguno, visitar a cuatro fantásticos caballeros que me confirmaban que sólo la encontraría en el taller oficial, rebusco entre los papeles de la guantera ( que por cierto había olvidado limpiar….Por no decir que creo que jamás la vacié y la lleno continuamente de papeles que no deseo perder), y tras algunos minutos, encuentro el teléfono que del oficial que me pilla más cerca.
Pasan de las tres de la tarde y es agosto.
Hay que estar loca para pensar que ya nadie pueda solucionarte el problema, pero mi coche está aspirado y tras el arduo trabajo me siento una súper mujer nueva, y idiota también cuando me dirijo allí para acabar entendiendo que un coche aspirado no cambia tu suerte, o sí…

Me esperan para comer, así que sin ideas en la cabeza y un agujero enorme en el estómago, por no hablar de la sed, me dirijo a comer.

Tener amigos a estas alturas, tan cerca, y con los que poder compartir momentos como los que compartí con ellos esta tarde, viene a demostrarte que la suerte existe.
La buena.

Porque puede que mi coche vuelva a morirse mañana, pero desde ya, retengo el día de hoy como uno de los más caóticos y divertidos.

Al llegar a casa tras que de manera milagrosa el PT arrancara dos veces ( y seguidas!!) , tomo una ducha y después de mimarme con piedras, esponjas, crema corporal y ponerme cómoda, enciendo el incienso de sándalo y el humo que ascendente va llenando poco a poco el ambiente de la habitación, me lleva demasiadas noches atrás…

A momentos antes...
A horas antes…
A mundos anteriores.

Me lleva a necesitar escucharte de nuevo en nanas que calman mi sueño, y cantos de golondrinas que no me conocen más que desde el aire…

He recibido vía sms una foto de mi peque.
Lo echo de menos.
Y apenas me sé mover en este espacio sin él.


He preparado una lima.
Ya sabes.
Mojas el borde del vaso en un poco de ella, y luego lo bañas en azúcar.
Algunos cubitos y un dedo de Martini blanco después, y me pregunto si cenar...

Creo que necesito seguir haciéndolo.
No lo de comer.
Reconozco que tengo que ponerme al día.
Si una ensalada completita, un yogurt y ( Esto te lo digo en voz baja….Vamos acércate a la pantalla… Shhhhhhhhhh……….Una bolsita de galletas y unas chocolatinas) no son suficientes.

Sólo así siento que ando viva…
En el fondo no tengo remedio.
Y lo mejor de todo, es que mola.

;-P