DÉJAME DECIRTE... ( V )



Algún abogado en la sala?

Voy a ir un poco contra corriente y lo mismo enfado a las altas esferas.

No sé dónde me quedé con el tema peque. Supongo que lo último fue comentar alguno de nuestros viajes al centro de terapia de Estimulación Infantil.

Les conté ya que desde el 8 de mayo, las reuniones fueron una tras otra? Si mal no recuerdo, ese mismo día con la Inspectora de zona, el día doce una con la directora del centro, el día 21 otra con el tutor, la Cap d´estudis y de nuevo la directora del centro ( por más que tras cinco minutos de charla, saltara como un resorte de la silla y no volviéramos a verla en la hora y media de charla).
Les comenté que en dicha reunión me tildaron de madre demasiado exigente? Y que nos pidieron disculpas en una media docena de ocasiones?

Que propusimos estrategias, pedimos ayuda al centro, rutinas que se repitan hasta hacerlas nuestras,  acompañamiento en las entradas y salidas del centro, horarios, "diario de los buenos momentos" porque el grado de frustración de peque empaña todo lo que haya podido pasar en el centro, alguna plantilla para saber de qué manera presentar los trabajos y con la que poder practicar en casa, y hasta una copia de las fotografías de los compañeros de clase porque peque apenas conoce por el nombre a una media docena.

Todo fue sí, disculpas, sí, más disculpas y de nuevo sí.

Día cinco de junio y llamo al centro para hablar con la directora. Un día antes, los peques hacen una obra de teatro a la que no asistimos ni el padre ni yo. No nos han informado. Peque lleva toda la semana olvidando la carpeta y la agenda, y si la nota iba dentro, pues…

La directora me comenta que va a hablar con el profesor para ver de qué manera se ha dado dicha información. No obtengo por su parte una llamada en la que se me explique qué ha fallado.

Fin de semana con su padre. Ha vuelto a olvidar la carpeta pero no la agenda, así que compruebo que tenía deberes que no ha podido hacer. Nota en la agenda a su maestro:

_Hubiéramos hecho los deberes, pero como de costumbre, olvidó la carpeta. Estamos cansados. Cuándo tienen ustedes pensado empezar a trabajar las rutinas? Qué más tenemos que hacer? Qué parte no entienden? Por qué no hacen su trabajo?

Hoy entro tarde a trabajar para poder acompañar a peque a clase y así pedir hablar de nuevo con la directora. No puede atenderme porque tiene clase. Ya encendida pido papel y un boli y de la manera más educada de la que en ese momento soy capaz, le explico que todavía espero una respuesta a mi llamada del viernes, y le comento de nuevo el olvido de la carpeta y los deberes en clase.

No hay respuesta.

A media mañana vuelvo a llamar a la Inspectora de zona. Solo está de guardia los viernes. Me toman el número de teléfono y me dicen que ya me llamarán.

Hasta final de curso peque hace jornada intensiva. Sale a las 15:30 horas.

Llego a recogerlo a casa de sus abuelos a las 16:25. De nuevo en su mochila solo está la agenda con la respuesta que el profesor ha tenido a bien darme.

_El viernes pasado me quedé con el peque hasta que apuntó todos los deberes en la agenda y lo metiese todo dentro de la mochila: carpeta, agenda y fiambrera, pero al salir y hacer la fila, tuvo un pequeño conflicto con una de sus compañeras y todo se le cayó al suelo…

Recojan su mandíbula inferior y sigamos que la cara de gilipollas ya la he puesto yo! Gracias. ( Del suelo al pupitre de nuevo?)

Me dirijo con mi hijo al colegio.

Nadie de dirección y solo las monitoras de extraescolares.

Subimos a su clase y debajo de su mesa en la que se apilan decenas de papeles ( que nadie le ayuda o enseña a ordenar), está su carpeta. La cojo. Le explico por qué estoy enfadada (porque lo estoy), le explico que tiene que empezar a ocuparse de sus cosas, que yo no puedo pasarme la vida en guerra, que llevo mucho tiempo haciéndolo así, y que por parte del colegio no vamos a recibir ni apoyo ni ayuda, así que le toca espabilarse. Lo entiende y me pide disculpas. Me siento mal solo un segundo después.

_No se trata de que te sientas mal. Se trata de que debes crecer. Que no hay nadie que esté dispuesto a ayudarnos. Que no van a dejarme entrar en todos los coles a los que vayas para revisar que no te hayas dejado nada. Que pusimos un folio grande enganchado a tu carpeta donde tú mismo escribiste qué no debías olvidar a diario, para que así pudieras hacerlo tú solo…

Llego a casa y de nuevo nota en la agenda del tutor:

_16:35 del lunes ocho de junio.

Venimos peque y yo a buscar su carpeta.

Esto deberían hacerlo ustedes!

Al llegar a casa le pido que empiece a hacer los deberes que debía haber hecho el fin de semana.

_No hace falta porque ya están hechos. Los hice hoy en el cole mientras los otros niños daban clase.

 
Suma y sigue...


Saben ustedes lo que es una carrera de fondo?

Entenderán entonces que el esfuerzo sea continuo, si?

Alguien puede plantearse cómo de agotada puedo estar tras haber empezado esa carrera nueve años atrás?

Del hastío, la desesperación y la falta de esperanza en el sistema, más aun sabiendo que en dos años mi hijo empezará una secundaria en la que estos niños en la casi totalidad de los casos son carne de cañón para las mofas, las burlas y el bulling?

Qué pasaría si mi hijo dejara de acudir al centro escolar?

Qué pasaría si lo llevara a trabajar conmigo y fuese yo la que tratara de educarlo?

Iban a saltar chispas por todos lados, verdad?

Por qué esas chispas no saltan ahora?

Por qué el sistema educativo no los incluye y les da las mismas oportunidades que al resto?

Por qué un niño con necesidades especiales no las recibe?

Por qué seguimos trabajando en casa para sacar los cursos?

Pues creo que está claro. No hay escuela inclusiva. No hay obligación por su parte, pero debe haberla por la mía. Y me cansé. Hasta aquí llego. He mirado de ser todo lo educada, comprensible, y paciente que he podido.

A nadie le interesa que mi hijo tenga un lugar.

A nadie le interesa su futuro ni lo que pueda ser de él el día de mañana.

Triste verdad?

No se imaginan cuánto.

Llevo nueve malditos años esperando una pauta. Una sola. De cualquiera de los muchos profesionales que han ido a dar con él.

No ha llegado.

Hemos trabajado hasta la saciedad para aprender a hablar, desde casa.

Para aprender a hacernos preguntas y contestarlas tras haberlas pensado, desde casa.

Para aprender a leer, desde casa.

Para tener una caligrafía o una presentación de trabajos correcta, desde casa.

Para entender y hacer nuestras algunas rutinas, desde casa.

Para aprender matemáticas, pagando, y desde casa.

Para hacer música. Pagando y trabajando en casa.

En casa, en casa, en casa…

Debería entender entonces que las escuelas han sido hasta ahora solo edificios en los que mi hijo ha ido a pasar las horas?

Porque no hace falta que los otros niños sepan lo que le ocurre. Error. Comprendo si se me explica por qué él es diferente. El miedo va a alejarme, y voy a sentir miedo porque este niño es diferente.

Algún abogado en la sala que pueda decirme a qué me enfrento si decido educar a mi hijo desde casa y lo saco de este circo al que muchos han llamado, equivocadamente, escolarización inclusiva y de calidad?

Gracias.

 

Cuídense.

 

Sean Felices.

 

Ciao.

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