ARRÁNCAME...
Finde duro que precede a una semanita no menos complicada o
dura.
Motivos varios.
Miércoles de reunión en el centro escolar para tomar
decisiones acerca de las estrategias. A menos de un mes de acabar el curso…no
me vale eso de más vale tarde nunca.
Noches en las que el teléfono sonaba a horas indebidas
porque algunas personas no entienden que mi trabajo no es alterable al gusto de
nadie si no es por una necesidad de peso.
Que a una mujer le aguante la casa más limpia para el fin de
semana, no es motivo.
Días de reverses y guantazos por ser demasiado válida para
seguir con este ritmo de vida y esta calidad, pero no para hacer castillos de
arena y esperanzas.
Amigas que entienden que en ocasiones es mejor salir y pasar
el día en un centro comercial donde se pueden hacer volar cometas y tomarse
luego un ibuprofeno, donde las risas y algunos escotes dan problemas. Donde la
búsqueda de gente en busca de otra gente es constante.
Filosofar ante un café, dejando claras algunas verdades que
lo son más cuando nos decidimos a pronunciarlas y dejamos de tenerles miedo.
Busco. Ella hace lo propio y nos encontramos sincerando el
acto y la voz cuando tras tantos meses, tantas noches a oscuras y tanta piel
muerta después, reconocemos que solo verte…
Vanesa Martín habla de la licencia que tiene la música para
dolerte por dentro, acariciarte el alma, bajarte las sábanas sin pedirte permiso, sin saber ni hasta dónde ni hasta cuándo, porque hay quien sabe ser magia aunque nunca llegue a saberlo...
Pues eso.
Siguen pesándome los espacios, las vidas vacías, los ojos
que lo hablan todo y las almas que se encuentran para perderse luego.
Filosofar acerca de lo que duele la vida, de sus licencias y
sus formas para seguir sin llegar a nada en concreto, porque por licencias y
permisos atribuibles…es complicado.
Debes saber ya de lo que te hablo.
Fechas que hemos marcado en el tiempo porque nos hemos obligado
a estancarnos en ellas.
Como si eso pudiera devolvérnoslas. Porque aunque en escasas
ocasiones sea posible, llena de vacíos todo el tiempo tras estos hasta llegar
al actual.
Nos dolemos por ser mujeres a las que no les han enseñado
nada pero que han aprendido a fuego lo que debe dolerles luego.
_Si hubiese sabido…
Intento convencerme de que siempre supe...e inevitablemente
sigo sintiéndome torpe. Probablemente más que nunca. Y te busco...
Hay momentos en los que seguimos sin saber por qué…buscándonos
solo excusas que nos alejen de licencias y permisos, en vidas estancadas, en
tiempos sin manecillas y en el olvido del polvo sobre cualquier viejo mueble.
Desorden que viene a sumarse a la falta y el dolor.
Trampas. Siempre trampas que vienen a acompañar el tiempo
estancado. Y que resecan por dentro. Y te busco...
Discos que se repiten, y que se convierten en banda sonora
que duele siempre igual. Por más que hayamos decidido envalentonarnos y marcar
un tiempo que no deja de escaparse entre trampas y olvidos y los ruidos que
nacen dentro…aun así, te sigo buscando entre la gente...
Cuídense.
Sean Felices.
Ciao.
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