A VECES, SOLO A VECES, Y SOLO CON UN ABRAZO...
_La observo a un escaso metro. Sentado en una silla de
plástico de color naranja. En este sitio todo es demasiado naranja…
_Apenas puedo sentir su presencia a un metro escaso de la distancia
que nos separa. En cualquier otra situación esa diferencia que hoy marca esa
distancia nimia, no resultaría tan dolorosa o abismal…
_No sé por qué he colocado mi silla tras ella. Espero que el
día que se dé cuenta de esto, porque seguro que se dará cuenta, es capaz de
fotografiar en su memoria por más pequeños que sean, todos los detalles, baraje
tal cantidad de posibilidades, como suele hacer siempre, con todo, que la real
desaparezca sepultada por otra. Y la rabia la lleve a olvidar la vergüenza, el
dolor o el simple miedo que lo invade ahora mismo todo. Espero que también se
sepulte mi recuerdo, porque sé que desde ahora mismo ya la estoy perdiendo…
_Observo a las dos mujeres que tengo en frente. Apenas
levanto la vista de una de ellas, y es en contadas ocasiones cuando la veo
temblar al lado del margen izquierdo de mi campo visión, por un leve
asentimiento o un leve movimiento, que miro a la otra. Hay un canal, el
auditivo, que pierde parte del protagonismo ahora, y deben entender que escucho
sin hacerlo. Solo aparento estar todo lo atenta que pueda llegar a estar. No sé
si el hombre que tengo a mis espaldas es capaz de darse cuenta. Lo noto a
tantos kilómetros tras de mí, que siento que no puede percatarse de nada. Se ha
alejado para hacerlo así, encerrándose en sí mismo, y pensando muy
probablemente en todos esos ojos y esperanzas, esas risas y esa vida que le dan
al volver a casa. Se está salvando allí…
_ El día que ya no sienta rabia, cuando vuelva a mirar atrás
como espero que lo haga porque estoy seguro de que a mí me ocurrirá lo mismo, entenderá
que he tratado de inventar otras maneras. Porque puede que entienda que si en
este momento, a tantos kilómetros, sé que la estoy perdiendo, entenderá que si
pretendí guardarme en lo mío, solo fue por miedo a ver la devastación en sus
ojos.
Si supiera que desde entonces invento y reinvento
sintiéndome un arquitecto tardío, imaginará que el apretón que le doy en el
brazo es para pedirle que sea valiente por mí, y que por ello voy a deberle
agradecimiento de por vida, aunque ella no me lo pida nunca. Que me arrepentiré
de por vida de no haberla abrazado y haberle prometido que me quedaría a su
lado, como sé que inventaré y espero que invente, sabiendo que es todo mentira,
y planteándome si levantar esos muros, porque entiendo que van a seguir haciéndonos
más daño, mientras sigamos vivos en esta vida. Algo muere hoy…
_ Mientras evito sentirlo lejos, solo un pensamiento: “Abrázame
y dime que todo va a salir bien”...
No creo que deje de preguntarme nunca cuánto tiempo voy a tardar en dejar de preguntarme cuándo voy a dejar de recordarte...cuánto tiempo se tarda en olvidarlo todo?
No creo que deje de preguntarme nunca cuánto tiempo voy a tardar en dejar de preguntarme cuándo voy a dejar de recordarte...cuánto tiempo se tarda en olvidarlo todo?
En si sigo manteniéndome al margen cuando sé de sobras que
no he aprendido a aceptar nunca que soy para sentirme, y que lo mismo tú ya no
puedes…o no quieres…o eres incapaz de entender de qué te hablo…
Creo que voy a preguntarme durante mucho tiempo, cuántos
puntos y finales pasan con el tiempo a ser puntos suspensivos que abren de
nuevo en minúsculas pidiendo un abrazo mudo… solo un abrazo mudo…y que acaban
barridos por el cursor un centenar solo de veces .
No sé si deberé pedirme disculpas entonces como lo hago
ahora. Si podré dejar de pedirme disculpas siempre, solo por ser mujer…
En si ese abrazo a tiempo hubiera cambiado algo...
Cuídense.
Sean Felices.
Ciao.
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