ECHO DE MENOS MI BAÑERA...

 

 

...Ya no tenemos bañera. Lo de dedicarse a la relajación y a la renovación de la dermis y de algo de lo que hay más adentro, está claro que en una ducha pierde glamour. Eso de relajarse de pie no es lo mismo, créeme.

Al otro lado de la mampara el equipo de música o el teléfono con una de esas listas de reproducción de uno de los muchos que corren por la red y que a mí me gustan.

Fuera una copa de vino que empecé antes de entrar.

Atempero el agua y como de costumbre el mismo ritual. Creo que puedes hacerte una idea de lo que te hablo. O no, porque está claro que hoy los planetas han decidido que lo único que pusiera en orden, fuese algo de esa piel que me cubre, embadurnándola en hidratante.  No convertiré este post en otra explicación absurda de mis duchas mientras las malditas imágenes desaparecen sumidero abajo y te tengo aquí leyendo esta mierda. O sí. No ando segura…

Bajo el agua millones de ideas que sabía que perdería antes de llegar al teclado. Le he cogido miedo a salir de nuevo corriendo y empapada mientras aguanto la toalla, me quito el agua de la cara, trato de que el champú no entre en mis ojos y me recrimino por tener el suelo del pasillo lleno de algunos quemadores de velas. Abrirme de patas en tol medio del largo pasillo en el intento estúpido de escribirlas antes de que se esfumaran, resultó fatal la última vez.

Si tengo en cuenta que ando sin peque, ahí la respuesta a mis males y mis peores. No suelo tener yo la cabeza para otra cosa que no sea correr para llegar a todo cuando estamos juntos. Y aun así la cosa parece no ir como yo esperaba. Y me recrimino por esperar. Más de mí, más de sus profes, más del sistema. Más sea lo que sea, algo más, respuestas, hábitos que se consiguen, despistes que se controlan, estereotipias que no lo llevan lejos. Palabras que no pronuncia porque siento que aun no las ha entendido, y me pregunto si será capaz de vivir en este mundo si no las entiende a tiempo…

Ando algo cansada de tener que seguir recibiendo las miradas de desaprobación o duda. Las que me llevan a pensar que algo falla. Y está claro que aunque sería la gran panacea, el amor en ocasiones no todo lo puede, le pasa como a las palabras. Están ahí, y no todos hacen uso, ni de una cosa ni de la otra. El ser humano es estúpido. Ser estúpido lo llevará a su fin. ( Frase de Javier Cárdenas al que escucho algunas mañanas cuando peque no pide que le ponga el cd de "Vetusta" de camino al cole, siempre que no le dé primero por hablarme de Pokemon y sus quinientas cuarenta y cinco mil setecientas mutaciones. Si son de agua, fuego o aire y contra quienes luchan. Es otra de esas ideas que se repiten en bucle. A cualquier hora del día. Lo que puebla ahora su mente. Fijaciones que mutan de unas a otras. Dinosaurios. Señales de tránsito… )

…Hemos decidido …He decidido, volver a probar algo nuevo.

Es una buena amiga, mujer, compañera, mejor madre y casi que hermana docente, de esas que la naturaleza sabia no supo darme al principio para darme ahora, la que me ha animado a hacerlo así. Creo que ha estado más atenta a cada una de las etapas de la vida de mi hijo, que muchos de los psicólogos que lo han atendido, y por consiguiente, nos ha ayudado más que todos ellos. Integración Sensorial. Porque se acerca una etapa complicada que me da miedo. Y porque él no encuentra el camino ni yo las herramientas, las que tenemos ya no nos sirven o no dan resultado y ya no sé qué más inventarme para llegar a él.

…o porque aunque las chicas no lo sepan, sigo. No hay ni un solo día, sabes? Y trato de que no sea así. O de que no lo sepan para tener que escucharme eso de “ espabila, coño”, porque te juro que lo he intentado de todas las formas, y nada.  De no escribir la palabra “ pensarte “ pa que no se me ubique…y aunque entiendo que tal vez son muchos los rincones hasta los que llego para despistar-te-os, creo que en el fondo, se me ha dado siempre fatal eso de camuflarme. Peor se me ha dado no hacerlo. Menos quejas.

Salgo de la ducha y el maldito espejo viene a recibirme. Nada. No te hagas ideas equivocadas. Está empañao.  Seco mi dedo para buscar en la lista otro tema, este hace pupita todavía. Aunque tú no tengas ni puñetera idea. Eso me lleva a viajar mentalmente hasta la famosa pregunta del millón, y esta se formula sola haciendo más pupita aun.

Estos días van a ser raros. Lo son todos aquellos en los que no estás. Y llevas mucho tiempo fuera. Y te juro que he tratado de llegar hasta precipicios nuevos huyendo de las preguntas. De todas. Escapar a la verdad nunca fue mi fuerte. Puede que pienses que por ello haya aprendido a enfrentarme a ella. Me gustaría que entendieras que el papel de todas las súper woman están pillaos. Yo sigo corriendo. ;-P Solo eso. Soy una mortal. Otra más.  Otra estúpida humana más. Ya te pido disculpas. Por todo, y... porque además me puse a menear el culo delante del espejo cuando una canción bailable sonó mientras me ponía el camisón y hacía un turbante con la toalla en mi pelo. Argggggg...

...Me he planteado si han valido de algo las noches en la que a los mandos trataba de encontrarme para ir a dar solo contigo. Con todo. Antes incluso de escribir. Durante, y como no, siempre al final, aunque trate de hacerte creer que voy a quedarme en un callejón, uno sin salida y tocará que tú pierdas de vista toda pista. Pasarás de largo y tendré que desandar el camino. Con un dulce y amargo sabor que empezará a tomar forma en el estómago y vendrá a hacerse patente solo cuando llegue a mi paladar y lo reconozca mi lengua.

Todo esto entre algunos parones en los que aprovechaba para ir a ver a peque, por si se había destapado. Fuera las veces que fuera a vigilarlo, lo había hecho. Volvía a colocarle el edredón y le daba un beso. Uno de esos que no sabré nunca si sabe que le doy. Intentando mantener en pie algo de esta vida a medias.

...Y vuelvo al teclado sabiendo ya que no puedo seguir engañándome haciéndote creer que escribo de algo que no seas tú. Algo que no sea la necesidad de avisar al contrario cuando me adviertes de que cuando no estás aquí todo son gritos por no poder controlar tus estereotipias. Porque por más que trato de aplacar la ira, no siempre puedo. Y empiezo a desconocer mi naturaleza. Esa que me lleva a apretar los dientes para no dejarme ir entre insultos y malas palabras. Y todo esto en esta jungla a medias, donde los pensamientos corren sumidero abajo, junto al asco.

No hay un solo fin de semana quincenal que no tenga que explicarle al adulto que te acompaña quién eres, como si no fuese suficiente con que sea tu padre…

Debe ignorar que a base de repetir todas las malditas tardes el mismo patrón, ya te pones a hacer solo los deberes cuando volvemos del cole y nos preparamos para merendar antes de seguir con las extraescolares. O como ya puedes vestirte solo. Desvestirte incluso, y lavarte los dientes antes de acostarte. Solo.

Ignora que los enfados van a menos cuando tras la cena me pides tele y te señalo el reloj. Esa sola imagen te hace entender que no es justo que sigas reclamando, que mami no va a dejarte ver más tele. Y entonces preguntas si puedes leer. Y sonrío diciéndote que puedes…

No entiende que ya no necesitemos de listas de cenas porque si no había lo que a ti te gusta, volvías a enfadarte. O cómo hemos conseguido que empieces a escribir tus historias animado porque hayas visto que yo trate de escribir algo digerible. O ande con libros arriba y abajo todos los días…

Ni entiende por qué hablas diciendo lo que piensas sin entender que puedas hacer daño. Y te hace callar, y parece que no me entienda cuando le recrimino que no lo haga porque estás conociendo qué es lo que te gusta o no de los otros. Y es necesario que te escuche y trate de entenderte. Sigue viniéndole grande. Y prefiere acallar el miedo que le provocan tus palabras, a salir a buscar nuevas… si algún día llega a entender que en casa las recortamos o las subrayamos con rotuladores, habrá empezado a entender algo. Tal vez entonces deje de plantearse que siente que algo falla cuando no lo recibes con ese gran abrazo de oso que me das nada más abrir la puerta todas las tardes…o cuando no inventas secretos o claves estando con él…

Acabo de descubrir que es falso eso de que la ducha aclara las ideas. Consejo malo de cojones donde los haya. Yo aviso.

Obviar algunas palabras no siempre ayuda. Acabar con ellas puede parecer la mejor idea. No siempre se consiguen palabras nuevas que no nos lleven a lo mismo. Cuando no son las palabras las que fallan…qué te voy a contar… ya me entiendes…

A veces me gustaría volver atrás en el tiempo, mucho tiempo atrás…

 

P.D: Avisé.

 

Cuídense.

 

Sean Felices.

 

Ciao.