ME VISITARON ANOCHE...

Llevo esperando demasiado tiempo a las musas apropiadas.
Esas que me hablen de ti.
Esas que me susurren al oído las noches que me desvele entre el sueño y la vigilia.
Las que conocen bien el valor de mis palabras.
Las espero y las temo.
Esta noche he decidido esperarlas despierta y librar junto a ellas la batalla perdida.
No te creas que las espero sintiéndome valiente.

Puede que esta noche me susurren todo lo que no deseo oír.
Así, puede, tal vez, acabe comprendiéndolas.
Balbuceo intentando que me den una noche más.
Loca por no evitar que escriban sobre mi piel.
Obstinada en hacerlas desaparecer a sabiendas que vendrán todas las otras noches.

Tenía la sensación de que esa era la manera.
Empezando el juego del olvido.

Escondiendo las palabras en absurdos recreos que acabaron por volverte indeleble.
Caminando al filo de la extenuación
Huyendo del día para no enfrentarme a él.
Oscureciendo las noches para no recordarte.

Despistando al tiempo y la memoria.
Enemistándome con la vida que corre presurosa por dentro.

Menospreciando la arena y los segundos.
Escabulléndome de la brisa y el propio perdón.
Negándome, por sentir que con ello puedo herirte.
Olvidándome a mi misma, por si llegara a descorazonarte.
Sintiendo que haya tenido que odiarte para hacerte a un lado.

Todo eso me susurran al oído esta noche mis musas.
Mientras en mi mente sólo la necesidad de buscar un nuevo juego, sólo para que así, de alguna de las maneras, te siga teniendo dentro y deje un día de doler.

Curioso, verdad?

Placentero en alguno de los extremos.
Al que recurro las noches que creo que mis palabras pueden darte cuenta…

Y cuando me decido a desear, apareces.
A sabiendas de que mi alma te busca.
Y mi mente sólo quiere negarte.

Y trato de confundirte en otra piel.
Y el recuerdo de la que te viste vuelve a mí inesperadamente.


Dulce veneno que me mantiene con vida y me hace morir en el mismo instante.

Si te busco, lo hago siempre en el inicio de mis mañanas y al final de cada una de mis noches…

Cuando necesito sentirme besada...
Cuando necesito sentirme acurrucada…

Recuerdas la locura?
A mí me lleva a buscar a mis musas alguna noche tonta que otra.


Acabo de verlas partir…
Se llevaron sus alas y tu piel…
Mis musas hoy volvieron a abandonarme sin tiempo siquiera a discutirlas.

Perdí la batalla.
Venían mis palabras predestinadas a ello.
Mi piel venía esperando recordarte una noche más.

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