DE CÓMO PARA VOLAR NO SE NECESITA MÁS QUE UN CIELO...

...Tomo el tren.
Reconozco que sigo siendo una Heidi que le teme demasiado a la vorágine de la gran ciudad.
Me convenzo, y pienso que tal vez así intentas que me desquite de una vez por todas y acabe dejando el miedo en uno de esos vagones.
Durante el trayecto observo la individualidad de cuantos ocupan los asientos, y siento que si dejo de temer, tal vez el resto se olvide de mi.
Me sumerjo en la lectura y levanto de vez en cuando la vista para observar los árboles que pasan presurosos…
La gente en los andenes…

Es sorprendente percatarse.
Hoy dejé de temerle a perderme en los laberintos subterráneos y me sorprendí perdiéndole el miedo a volar sobre dos ruedas.

Horas más tarde, tras haber hablado del color azul, de la dirección que toma la caña al girar, tras haber imaginado piedras que se mueven en la noche, tras comer y pasear entre montañas de arenas, gaviotas y un mar que parece haberse engullido los espacios que los bañistas se niegan a abandonar, de nuevo siento el aire en la cara.

El cielo sigue siendo azul, y me agarro con fuerza a tu pecho mientras bajo él aparecen pequeños cristales rojos, y luego verdes, y luego amarillos, que lo vuelven un caleidoscopio …

Mis piernas se aferran a ti como mis manos lo hacen a tu pecho y tu cintura, y sólo entonces parece caer la noche sobre nosotros.

Entre el tránsito, las luces rojas de los vehículos, las lágrimas que el aire me roba, tu chaqueta y tus caricias…

Y mientras apoyo mi pecho contra tu espalda, recuerdo las sensaciones vividas con anterioridad.
Las palabras que escasos momentos antes nos robamos para así aprender del otro…

Y cierro los ojos y dejo que el aire me golpee mientras siento que vuelo bajo un cielo ya ennegrecido abrazada a tu pecho y tu cintura...

Siento que hoy tal vez me haya costado menos que de costumbre sobrevivir…
Puede que sea la libertad de sentirme bajo cualquier cielo sea del color que sea.

Quizá siga aprendiendo a caminar.
Tal vez sea únicamente que volví a tomar un tren…
O puede que volara a tu lado…
Ya sólo me queda volver a recordar cómo bailar…

Cuídense.

Sean Felices.

Ciao.

Comentarios

Entradas populares de este blog

MERECES...

CONSTELACIONES... ( 3 DE MAYO DE 2009)

QUÉ TEXTURAS PINTAN LAS NUBES?...