SERÍA CAPAZ INCLUSO DE DECIRTE QUE TE QUIERO...
...Me reconocí mientras besaba tu boca y tú pronunciabas su nombre.
Mientras tú pronunciabas su nombre y yo imaginaba su boca.
Hay que ser idiota.
Hablo de ti.
Y de mí.
No te culpo.
No lo hago conmigo. O tal vez sí. Quién sabe...Y lo peor de todo, a quién le importa?
Rita seguirá apuntando a una de mis pajas mientras yo intento escribirlas y tú las dejas en el olvido.
Tras esto, volver a cerrar el círculo. Porque estaba aún porque lo escribiera, pero esto no deja de ser la misma historia de siempre.
Que empieza tarde.
Con una talla menos de eso que algunos se empeñaron en llamar suicidio.
En el bar de siempre. Con las mismas botellas que acumulan el mismo polvo desde tiempos inmemoriales hasta que alguien repara en ellas y se decide a limpiarlas.
En la misma ciudad marchita de siempre.
Con los mismos otoños. Las mismas calles y la misma gente.
Las mismas historias.
Que empiezan tarde.
Con una talla menos de eso a lo que algunos se empeñan en llamar suicidio camuflado en esperanza.
Mientras nos buscamos a gritos desconociendo los nombres.
Empujados por una décima de luz al abismo de una vida que adolece los segundos y las almas de manera única e imperfecta…
Ese es el precio que acabamos pagando, y que antes pactaron quienes aprendieron a traficarlas…
Negándolas de palabra alguna para que puedas describirlas sin caer en los mismos tópicos de siempre, y sientas una y otra vez la necesidad de recurrir al recuerdo que por desconocido no podrás dibujar con palabras.
Nadie puede…
Qué más dará cuando a cambio me sacias.
Cuando no importa todo lo que seas capaz de guardar.
Cuando es preferible desconocerlo porque tal vez la vida no nos cambia, pero no deja de enseñarnos. Y me cansé de cometer los mismos errores.
Y me acostumbré a tenerte encima de mí un día cualquiera entre los meses de octubre y enero.
A tener la suerte de agarrarme a ti y clavarte las manos en la espalda…
Desdibujando tu cintura …Teniéndote por completo dentro.
Esquivando en una décima de placer todo lo que a diario me niega su boca.
Permitiendo que otras aniden en tus labios...
…
Qué más dará si esto no tiene nombre.
Si cuando decides pronunciarlo, lo confundes.
Si cada encuentro nos descubre con una talla menos de esperanza y una más de suicidio.
O si cuando abro los ojos eres tú y no él el que anda saciando mi cuerpo…
…Si de esa manera absurda podemos seguir suicidándonos de manera mutua camuflados en la desesperanza de un cuerpo ajeno…
Cuídense.
Y no olviden Ser Felices!
Ciao.
;-P
Estás bien?
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