A ESTE LADO NO ESTÁS...
Si algún día tuvieras que buscarme, hazlo sobre la frontera donde arden todos y cada uno de los papeles que acaban formando la ceniza de aquello que no fue…
Donde acaban todas las palabras…
Donde irán uno tras otro las malditas lenguas, los alientos, el olor del
cuerpo que ya no recuerdo, y la necesidad de no verte…
Y si todo y así, el día menos pensado descubres el rastro que dejé...
Entiérralo.
No te importe volver a poner piedras sobre mi cuerpo.
Ni cegar mis ojos.
De nuevo...
Llegaste a liarte tanto de pies y de manos, que llegó a asfixiarme la falta de cualquier sonido.
Este otoño me trae los suyos y tú no vas a poder entenderlos...
Olvida las hojas.
Olvídalo todo.
De nuevo…
Entiérralo en esa misma frontera.
La de las cosas perdidas.
Y no le pongas nombre para que cualquier otro nada de ti pueda cruzarse conmigo…
Habré regresado a este lado.
En el que me he mantenido a ratos vestida y otros bajo el foco, sin ropa…
Donde me sorprendo sin pensarte más que un segundo, porque el trazo de los nueves, sigue yéndosele, y aquello parece más una “ A”…
Volví a este lado, el seguro . A sabiendas de lo que llevas dentro.
Aquí me siento ahora a salvo de ti, y de poder comprobar el día menos pensado, que sigo escribiéndole a algo que tal vez no depositara nunca en la frontera…
Donde me volví loca una vez más, buscando entre las otras mujeres que como yo buscaban entre las cajas del recuerdo perdido y sin nombre.
...Aquí ando segura del lobo feroz…
Cuídense.
Rita.
P.D:Y no olviden eso de ser feliz y tal...
;-P
Resulta indiferente que él te busque o te deje de buscar. Lo importante es que tú, sin saberlo, te encontraste el día en que le perdiste, el día que él te perdió.
ResponderEliminarTodos los lobos del mundo tienen una única fuerza, la fuerza del miedo y por tanto el torrente de adrenalina que recorre tu cuerpo ante su amenaza. Y se echa de menos, ya lo creo, la sensación y lo confundimos con el lobo.
ResponderEliminarDe la misma forma que nos enamoramos de cómo nos sentimos más que de la persona en sí, con el pasado ocurre algo parecido... al mes ya sólo recordamos lo bueno, aquello que nos hizo sentir bien.
¿Somos felices en función de la química de nuestro cerebro e infelices como un yonki sin su chute en vena de endorfinas?
Lo malo es que la razón no es razonable aplicarla en estos casos... se quita no volviendo a caer pero esa ya es otra historia.
Un fuerte abrazo
Espera: dónde quedan los besos con lengua?
ResponderEliminarFacilítame el trabajo bonito, que si todo tengo que currármelo yo, voy lista, y el post de chacha es el anterior y no este.
Daltvila: El caso es que nos perdimos...No sé si porque quisimos, o nos sobrevino el abandono...
Cuídense.
;-P
La Heidi que no puede firmar su blog ( manda huevs)
En este lado estás bien. Cabes en el edredón nórdico. Entra. Dile a Rita que se venga, no soy racista. Os advierto una cosa: ronco. Y en ocasiones practico necrofilia. Bueno, sólo ayer. Pero qué ayer. Me gustaría ver el programa de Kiko Rivera hablando con su padre (¡¡¿¿?!!) mediante Anne Germain. Y quiero a todo el mundo. Bueno, excepto a los valencianos.
ResponderEliminarSí, he tomado estramonio, hoy también.
El perrete de la foto es lindo.
Los besos con lengua me dejan la pantalla algo pringadilla (luego tengo que pasar un trapo). Los besos con lengua son para la realidad (si es que existe).
ResponderEliminar