SI ERES ESTÚPIDO PENSARÁS QUE SI LA ARAÑA NO SALTA TRAS ARRANCARLE TODAS LAS PATAS, ES PORQUE SE HABRÁ VUELTO SORDA... ( XIX )

...En menos de diez minutos ambos pisos son un hervidero de policías que van y vienen, hablando entre ellos, recibiendo órdenes, inspeccionando. Un par de agentes se han hecho cargo de la pequeña Helena.

Ante las cámaras estamos el informático, Quique y yo.

Apenas miro a mi hermano.

Hace menos de una hora discutíamos sobre la manera de llevar a cabo los siguientes pasos. De los daños colaterales, de mi intromisión y de cómo esta estaba afectando al caso. Gritos, que trasladamos a la otra habitación para que nadie pudiera escucharnos, desconocedores de que la puerta de la entrada estaba abierta y que la del piso de Aroa se abría para tal vez buscarme, demasiado atrevido por mi parte pensar así, pero no encuentro otro motivo…

Apenas una hora de grabación que pasa rauda ante nosotros, centrándonos en las imágenes que las cámaras de la entrada y la del comedor nos dan, antes de que decidiera apagar las luces para meterse en la cama…

Las visiono una y otra vez. La veo desaparecer escaleras arriba, miro en el extremo inferior de la pantalla y veo correr los segundos sin que haya respuesta. Un par de minutos que se reproducen en escasos segundos. En los que aguanto la respiración para verla aparecer de nuevo. Esconde algo entre la bata y sus manos…

_Qué coño hacía aquí esa loca?

_Debió escucharos gritar._ No recuerdo su nombre, han pasado algunos como él en diferentes turnos, pero el chico encargado de la informática no lo mira al contestarle. De todos es sabido ya el humor que se gasta Quique.

_Deja de hablar así de ella, Quique, o te juro que te reviento la puta boca._ Tampoco lo miro.

_No entiendo nada. Amplía la imagen en el momento justo en el que vuelve al piso. Necesito saber qué esconde.

Seis ojos se posan en la imagen y a medida que avanza puedo notar el frío que empieza a envolvernos.

Miro sin dejar de enfocar, tratando de entender lo que no quiero y cuando está claro que la imagen no va a permitir que me siga engañando, descubro en los otros rostros el mismo miedo camuflado de rabia que debe dibujarse en el mío…

_Lleva en las manos lo que creo que lleva?

_Eso parece.

_Y qué cojones piensa hacer con un arma?

No hay respuesta.

_Avisa a todos. Va armada. Si no tuviéramos ya bastante, además de completamente ida, está armada, me cago en la puta!

No soy consciente de la rabia que me recorre por completo hasta que noto el dolor en los nudillos y escucho a mi hermano maldecir y preguntarme qué cojones estoy haciendo.

_Te dije que te reventaría la puta boca si seguías hablando así de ella.

Me mira y me reta con la mirada. Una gota de sangre que ha preferido darle color a su boca espera a ser lamida en la comisura, no tarda en hacerlo para luego limpiarse con el dorso de la mano. Debería asustarme pero es mi jodido hermano, ese al que he visto crecer a mi lado y al que conozco mejor que si hubiera parido, así que debe entender que no puede asustarme. Ya no. Que ya no hay espacio para más miedo. Que sin ella me ha embargado todo.

Arancha no tarda en aparecer. Me desespero intentando entender qué ha hecho, qué piensa hacer,  dónde ha ido y a dónde debo ir a buscarla. Camino de un lado al otro como un león enjaulado mientras escucho las explicaciones que se dan entre unos y otros. Los cambios que hay que hacer. Los pasos a seguir ahora, y…

_ Decidle a los chicos que estén preparados. Recupera de nuevo la anterior llamada. Y ponme con las patrullas que había apostadas abajo. Quiero saber qué cojones ha fallado. Ya!! Alguien puede preparar café?

La mirada reprobatoria de Arancha lo hace arquear las cejas.

_Soy tu superior hermanito, te has llevado un buen golpe, no quieras que yo te dé otro. Si quieres tomarte un café ya sabes dónde está la puñetera cafetera.

Sonrío para mis adentros intentando entender por qué Quique aun no ha comprendido que Arancha ya no es la niña a la que estirábamos de las coletas o a la que dejábamos plantada mientras nos escapábamos cuando íbamos a jugar al balón al parque…

_Necesito a un par de hombres para que visionen de nuevo las grabaciones.

_Yo puedo quedarme.

Quique mira a Arancha y asiente levemente. Me siento junto a ella mientras empezamos a buscar entre las grabaciones alguna pista, algo que nos lleve hasta ella. Un par de policías más nos acompañan en la tarea.

_Por qué crees que se ha ido?

_No lo sé, hermanita, ya no sé qué pensar. La llamada…se le acababa el tiempo…creo que la amenazaron… Creo que… que subió al piso mientras discutía con Quique y lo vio… todo esto…las cámaras, las pantallas…Habéis encontrado algo?

_Hemos encontrado un par de pistas que estamos siguiendo.

_Y…?

_Chema no creo que…

_Arancha, déjate de mierdas. No conmigo, por favor.

Asiente. Evita mirarme mientras da las explicaciones que cree que van a tranquilizarme por el simple hecho de saber.

_No debes preocuparte, vamos a encontrarla.

Y su tono de voz, ese de la hermana con la que he convivido todos estos años, la delata y entiendo que guarda un as en la manga, o dos, o lo espero, o quiero esperarlo… Se pone de pie y de inmediato empieza a dar órdenes a unos y a otros.

_Poned el localizador en marcha, si se ha llevado el teléfono la encontraremos, que nadie entre en escena hasta que se os dé la orden. Quiero informe de todo cuanto pase a menos de dos segundos del tiempo real.

_Pero qué cojones te crees…?

_Chs! Chs! Chs!. Quique, soy tu hermana, mujer para más señas, tu superior, y al cargo de la investigación, no me toques los “cojones”. Puedes preparar café? _Su dedo alzado, su ceja alzada y su cuerpo estirado para parecer más alta ante el hermano mayor hacen que si quedaba resquicio alguno por el que no admirara a mi hermana, acabe de llenarse. Joder cómo la quiero.

_Quiero a dos patrullas en las zonas establecidas.

_Romanos y Escueta ya van hacia allí.

_Perfecto. Dónde la tenemos?

_Deme dos segundos Inspectora. El gps está rastreando.

_Habéis puesto un localizador en su teléfono?

_Entre otras cosas.

_Y por qué nadie me ha dicho nada?

_Porque no estabas atento, Quique. Sigues mirando como lo haría un hombre.

_Y no es eso lo que soy?

_Sí. Pero también eres policía. Deberías saberlo ya.

_La tenemos. Se dirige al punto “B”.

_Punto “ B”?...

Cuídense.

Sean Felices.

Ciao.

;-P