Y SI ESO NO OCURRE, SOLO DEJA QUE SEA EL OTRO EL QUE GUÍE TUS PASOS...( X )
…
Dos golpes en la puerta y oigo que me invitan a pasar. Una
habitación de hotel. Aséptica. Mobiliario minimalista y paredes en tonos
tierra.
“Z” aparece tras la puerta entornada del baño con una toalla
envolviéndole la cintura como única vestimenta.
_Aroa…
Asiento. Solo asiento.
_Pasa. Quieres tomar algo?
_No tengo demasiado tiempo.
_No nos llevará demasiado. Cómo está la pequeña.
_Bien, gracias. Dónde está mi hermana?
_No lo sé. Es lo que trataba de decirte la otra noche pero
está claro que tenías planes mejores.
Aprieto la mandíbula. Se percata. Mi mirada no trasluce nada
más que vacío. Es la única manera de mantenerme en pie cuando noto el pulso en
las sienes y conociendo a “Z” como lo conozco, cualquier leve movimiento le
hará saber qué me ronda.
_Una copa de vino?
_No, gracias. Un vaso de agua estará bien.
Sonríe.
Se acerca a la jarra que hay sobre el mueble bar y me sirve
un vaso. Tras tomar una copa, él se sirve una de vino.
_Cómo va todo?
_Está claro que sabes cómo va, así que evítame pasar más
tiempo del necesario aquí. Qué más hay?
_Junto a la caja de la pequeña… había una nota._ Alarga la
pausa. No entiendo la necesidad, pero tampoco quiero parecer impaciente, así
que espero aunque los demonios me lleven por dentro.
_Tu hermana dejó junto a la nota un sobre con dinero para
que criaras a su hija.
_Para que yo la críe?
_Eso es.
_Por qué no lo hace ella?
_Porque alguien se lo impide.
_Y cómo sabes tú eso?
Se levanta y me acerca un sobre y una nota.
“…hazle llegar este sobre a mi hermana. Helena estará mejor
con ella. No sé cómo he llegado hasta aquí, pero ahora no van a dejar que me
vaya. Es demasiado tarde. Pídele que me perdone. Por todo. Leda”
Música. Minutos después de mantenerme en silencio intentando
entender algo, me doy cuenta de que algo suena. Algo lejano. He escuchado ese
tema antes…no estoy segura de lo que trata de hacer, pero me calma…
_ Por qué no me llamó? Quién es el padre de Helena? Y quién
es Leda?
Abro el sobre y me descuento. No sé si el corazón se ha
saltado tres o cuatro latidos. Debe haber…Oh, Dios mío!...ni sé. Son billetes
lilas, de esos que veo en las noticias cuando se habla de economía. Solo
entonces.
La boca se me seca y necesito beber. Agarro el vaso y entonces
noto que el pulso me traiciona. Me observa. En silencio. Uno demasiado largo…
_Mala memoria, Aroa. Creí sinceramente que recordarías quién
es “Leda”.
_Pero…yo creí que…todo eso es pasado…
Soy incapaz de pronunciar una sola palabra más. La lengua ha
decidido quedarse pegada al paladar. No puedo tragar saliva, no la hay.
_Estás segura? Si no acabas el juego, éste volverá a empezar
una y otra vez hasta que lo acabes, y debes acabarlo…
Empiezo a tener calor. Mucho calor. Vuelvo a tomar el vaso
de agua y lo acabo.
_Dónde está?
_No lo sé.
Su voz me llega lenta, lejana, grave…
_Leda…_pienso, pienso, pienso, trato de hacerlo…
Me levanta el mentón y trata de reconducir mi mirada hacia
la suya…tengo que salir de aquí. Ahora.
Trato de levantarme pero me flaquean las piernas y apenas
soy capaz de sostenerme.
_Ehhhh…Está bien. Shhhh… No te muevas.
Y eso hago, mantenerme quieta en esa pequeña butaca desde
donde veo como “Z” deambula de un lado al otro de la habitación. Parece todo
irreal. Sus formas se alargan, se ensanchan, y dejo de oír todo lo que me
rodea. No sé el tiempo que tarda en posicionarse delante de mí, vestido. Cuándo
se ha vestido? Lo veo hablar. Miro sus labios. Intento entender qué está
contándome. Acerca su mano hasta mi cuello, puedo verlo, pero no puedo
apartarme. No puedo moverme. Lo observo todo desde una nebulosa que se ha
formado a su alrededor. Me cuesta mantener los ojos abiertos y tengo calor.
Mucho.
Vuelve a llenar el vaso de agua y me invita a beber.
Lo miro, extrañada, pero accedo a abrir la boca cuando
coloca el cristal sobre el labio inferior.
Soy consciente de que empieza a desnudarme. Sigo sin poder
moverme. Es como si estuviera viendo una película, ni siquiera tengo
consciencia de que sea mi cuerpo el que manipula a su antojo. Solo lo veo
moverse. Siento calma. Una calma extraña. Me siento segura. Tengo la sensación
de no ser yo, o de ser solo una niña a la que cuidan, y nada de lo que puedo
ver me extraña o asusta…
Noto como tras desvestir mi cuerpo lo deposita en el suelo y
abre mi mano.
Lo miro. Lo admiro. Vuelvo a ver como sus labios pronuncian
palabras. Pestañeo y trato de enfocar su imagen. El aura sigue acompañándolo y
haciendo lentos sus movimientos. Dejando una estela de su propio cuerpo tras
él. Tras darme un beso en la frente me coloca tendida en el suelo. Y miro el
techo blanco. Cierro los ojos…
Algo después es una mujer de pelo rubio la que me acaricia
y me invita a volver a beber agua. Me sonríe. No adivino a entender quién es. Dónde está "Z"? La veo
dirigirse a mi bolso. Saca algo de él y me da la espalda acercándose al gran
ventanal que hay en el salón. La observo un rato. Parece concentrada con algo que tiene entre las manos...la veo acercarse de nuevo y tras arrodillarse a
mi lado, retira un mechón de mi cara, se levanta y desaparece de mi campo de visión. Vuelvo a tratar de centrar mi atención en algo…
las luces del techo parecen danzar dejando estelas tras ellas. Imagino cometas.
Son cometas…voy perdiendo la noción de las luces y el espacio…
Cuídense.
Sean Felices.
Ciao.
;-P
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