DE ESTO SE TRATA...

Te veo leer bajo las sábanas.
Me has hecho enganchar pinzas de la sábana a cada esquina de la cama para resguardarte bajo ellas como si estuvieras en una cabaña.
Tres libros de Winnie que espero podamos dejar pronto en el cajón de los leídos.

Te pido que me expliques uno.

_Que Piglet està caminant molt alt. ( Que Piglet está caminando muy alto.)

_Y por qué?

_Perquè no podia saltar. ( Porque no podía saltar?)

_Qué lleva en los pies?

_Unas maderas…

Te oigo cantar a ratos.
Llevo dos días buscando una de las que me tarareas en casa, a la vuelta del colegio.
Me hace gracia mirar por el retrovisor y verte cantando algunas de las que escuchamos en la radio en todos y cada uno de los trayectos. Mientras te ayudo y cantamos juntos.


Había pensado en acompañar estas letras con música que me hiciera salir a buscar la inspiración fuera, y me doy cuenta de que la música que necesito, la tengo leyendo, a escaso un metro de mí.

Acabo de explicarte qué vamos a hacer estas vacaciones.
Impensable hace unos meses porque la desazón y el miedo me llevaron a pensar que no sería capaz de tener estas pequeñas y sorprendentes conversaciones contigo.


Me has hablado de lo que haces mientras estás con los primos.
Y he tenido que meterte en la cama con todos los peluches para buscar así tu distracción y evitarte el llanto porque momentos antes, y tratando de ser justa, te explicaba que no podías jugar más con Noddy. Porque hemos pactado que ese juego sólo media hora al día durante el verano. Y tú quieres más. Y yo no.

_Qué animal es el Winnie?

_No lo sé cariño. Dímelo tú.

_No sé.

_Es un gato?

_No.

_Es un perrito?

_No.

Qué es entonces?

_Un oso.

Y te he dicho sonriendo que sí.
Y le has colocado la gorra que te ha traído el abuelo, y lo has puesto a dormir a tu lado.
Y te recojo los libros. Apago la linterna, quito las pinzas de la ropa que aguantan en pié tu castillo, y la deposito en tu cintura.

Te oigo bostezar y pienso que ha sido un día divertido.
Tras hacer de caballito, ayudarte a buscar pegatinas de animales y así diferenciarlos, tras ser la socorrista que no te quita un ojo de encima…

Agua. Bolos. Merienda. Pegatinas. Más agua y finalmente vuelta a pactar para que llorar no me suponga caer a sus pies y no creerme así merecedora de lo que tengo entre manos.

_Estás llorando?

Te lo pregunto al avisarte de que debemos dejar descansar a los titos y debemos ir a cenar y a leer.
Y me dices que no.

_Seguro? Porque mira que estás poniendo morritos y te estás enfadando...

Mientras levantas tus párpados y abres tus ojos en grande y echas la mandíbula hacia abajo, haciéndome ver que eres mayor porque eres capaz de pactar, y no quieres que se rompa el juego.

Te he hablado de la confianza.
Probablemente no hayas entendido nada.
O tal vez, hayas sido capaz de retener en tus recuerdos desde ya, que traro de aprender tras cada charla y cada pacto contigo.

Y sonrío, por llegar a pensar que pueda ayudarte a librarte siempre de tus miedos y tus luchas, y desaparezcan de tus ojos las lágrimas.

Sigo preguntándome si sería capaz de dejar tantos tiempos a medias.
Sin que supiera de ti.
De cómo van tus chicas.
De cómo te sientes.
De si quieres que salgamos al cine juntos…

Quiero oír tu voz, porque me calma.
Porque consiga educarte capaz de hablar de algo que te preocupe.
Conseguir llegar hasta allí contigo para seguir caminando luego otro pedacito.
Y sobre todo, que pueda oírla si necesito aprender cómo puedo dejar de herirte si me ciega el miedo a perderte, y resulto una de las que te dejarán herido para desear no volver nunca.

Saber si alguna vez trabajé lo suficiente para verte crecer como te pensé.

…Dejo los libros encima de la estantería plagada de cajas que contienen nuestra anterior vida, y que necesito tener a mano porque lo tenemos todo con nosotros. Y he vuelto a echar de menos el aire.
El puro.
El que traté que vistiera tu piel.
Sigo buscándolo.
Y siento que ya dejé pasar demasiados tiempos a medias contigo en estos últimos meses.

No pretenderé que entiendas nunca mis actos. Pueden dolerte tanto si trato de hacerlo de una manera o de otra. Y no estoy dispuesta a fallar porque sólo dispongo del tiempo ahora.

El día que llegues a entender estas palabras, te sorprenderás intentando descubrir en ellas, que me he enamorado.
Eso no querré enseñárteo. No podré y ando segura que sabrás reconocerlo al momento.

No será fácil, pero merecerá la pena.

...Hoy me enamoró lo mucho que llena dentro saber que nunca dejará de haber trabajo. Y aunque duro, demasiado algunas mañanas, lo daré todo una y otra vez por soñarte libre.

Tras hacerte un bibe, que me pidieras que me acostara contigo, entre osos, y perros, y patos, y ranas y ratones, mirarme de lado, con tu manita apoyada bajo mi cuello, no olvido decirte que te quiero. No sólo por tenerte al lado, sino por darle sentido a esta vida.

Por darme la mejor emoción.
La que me llena de ti, por tratar de conocerme a mi.

Volví a soñar con ellos.
Llegó el momento.
Y te tengo a ti.

T´EP.

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