RITA E IBERIA

...esto anda un poco revenío, no?. Vengo a salvaros de esta torpe. No perdáis la fe.

Ciclos. No podéis imaginaros lo que una aprende de esos ciclos teniendo el grupo de guasap que tienen estas.

Os he dicho ya que han quedado en pedirle a Iberia un bono?

Porque ya luego piensas si está llena o no la dichosa piscina. Tírate, coño!

El alma de las mujeres renace más que el de los machos. Tranquilos, a partir de ahora os colocarán un gps de serie y apañaos, bonicos.

Porque aunque algunas se cansan o piensan que las palabras han dejado de escucharse o tener valor, otras las pronuncian hasta que te creas capaz. Cuántas veces vas a necesitar que lo haga? Pues venga, ahí vamos de nuevo. Pilla sartén…

Y cuando el alma despierta y una se siente viva, pilla billete y se marcha a Burdeos, o a Londres, o a Marrakech…teniendo que facturar una bolsa enorme de mariposas, otra de ropa para la ocasión y que irá medio llena solo para intentar traerse algún capricho, o siete o diez, y un bolso de mano al que se asirá nerviosa y niña mientras dure el trayecto…

Son esas que siguen adelante, aunque algún cobarde las haya hecho trizas, aunque se hayan jurado una media docena de veces que nunca más, o no así, o no de nuevo, o no con él…

Han llegado a la conclusión de que los tíos son cobardes, así de manera aleatoria y en grandes cantidades, sin generalizar o generalizando, porque de las malas elecciones no siempre el otro tiene toda la culpa, se recuerdan que ellas escogieron también con todo el miedo, el hastío, y las ruinas que les causaron otros…

No vas a poderte imaginar nunca toda la ilusión que puede guardar un mapa, un teclado que cambia de idioma para poderse hacer entender y que no se escape nada, o una nota colgada en alguna red…

Porque aunque algunas vienen de otras guerras, intentan mantener en pie todo lo que de ellas queda, lo que han ido construyéndose después, sin herir al otro.

Unas veces entran de puntillas en otros y otras tantas veces, tirando toda la cacharrería al suelo. El ruido de algunas dura varios días, semanas, meses incluso. Y entonces sartenes de nuevo. Porque a todo eso hay que añadirle lidiarle a la vida que les queda tras que alguno arrase con todo lo conocido hasta el momento. Añadiendo órbitas nuevas, y cabreos mayores, y haters de lunes a domingos, sin descanso, para evitar pensar en el daño, la herida, la ilusión hecha añicos entre antiguos mapas, libros, conciertos, o días de playa.

Y por qué?

Porque en el fondo son suicidas.

Y se tiran a la piscina, sí.

En plancha. Sin ropa. De la única manera en que deben empezarse todas las cosas.

_Porque somos Grandes.

_Todas!

_Y haters!

_Eso tú, Larousse.

_Tú te callas rubia, que ahora mismo eres algo así como un bizcocho en forma de oso con mogollón de mariposas dentro de las mariposas de las mariposas de su estómago…

_Pero seguimos siendo grandes!

_Y este verano más gordas!

_Hijaputaerestía!

Iberia les ha denegado el bono. En el mail les comunicaban que parecían no estar demasiado bien mentalmente, y que no hay bonos para locas del coño…

_Serán cabrones!!!!!

Cuídense.

Sean suicidas.

Ciao.