UN SEGUNDO DE TIEMPOS DESPUÉS...
Déjame decirte que va a rompérsete.
No te quepa duda.
Y, eh, oye, no pasa nada.
Es necesario. Solo que hasta entonces hayan guardado el
secreto que cada uno debe descubrir por sí mismo.
Se desvela, tarde o temprano. No tengo demasiado claro que
llegue cuando uno lo entiende, o cuando lo hace suyo, o cuando el karma pilla y
se acuesta, o cuando Marte se encuentra en la casa de Piscis hartándose a
panchitos y birras despatarrado en su sofá y viendo alguna telenovela rancia…
Déjame decirte que irá agrietándose y el eco de la
existencia se irá colando por ella, por donde el corazón papita intentando sanarlo.
Que va a resquebrajarse, y caerán al agua cientos, tal vez
miles de notas con palabras, significados, colores, olores, golpes, aire,
bocetos, alquimias, deseos, anhelos, sueños y miedos… lo mismo también algo de
todo lo que cabe un segundo después. O antes. Cuando la droga y el ritmo
hicieron que te olvidaras de todo lo que no era caricia… y llama…
Irán colándose hasta perderse algunas trampas en el espacio
que vaya llenándote luego del segundo después lleno de tantas cosas, que se
pierde en cualquiera de las eternidades de uno que se vació por completo. Va a
golpearte a tiempos alternos hasta quebrar tus huesos, para que tengas que
mirarla desde abajo…
Va a sacudirte una y otra vez, y el margen de error de su
tiempo irá acortándose.
Esto vendrá a descubrirse solo una vez tras otra… huidiza y
fugaz certeza…
Que va a quebrarte porque ese es nuestro trabajo, no el
suyo. No la culpes.
Déjame decirte que se te va a caer la vida.
Y que eso no es malo, aunque lo parezca tras todo el
estropicio y las ruinas.
Que se nos cae a todos, a días llenos de “segundos después”…
Busca luz bajo los escombros. Siempre hay tesoros bajo la
ruina…
Una fotografía tras cada ventana. Una tirita tras cada
cristal…
Notas medio devoradas por el fuego que enciende la rabia y
el dolor…
Y no te entretengas en recogerlo todo. Tiempo después
entenderás que fue una pérdida de tiempo, y que los trastos se acumulan en
pequeñas cajas que olvidarás luego. Salva solo aquellas que quepan en el nuevo
espacio que habrá entre tus manos, solo eso necesitas…
Tropezarás, puede. Y esto tampoco es tan extraño, dramático
o cruel… a todos nos cuesta aprender a andar de nuevo aquí, ya sabes.
No vendas o escondas ninguna de tus cicatrices. No dibujes
linde allí donde no sabes, porque es probable que te des poco margen… y camina,
sobre todos los escombros, los propios y los ajenos, por mucho que pueda volver
a caérsete la vida…
Cuéntame cuando hayas llenado solo un segundo de cosas
después…
Comentarios
Publicar un comentario