ESCAPAR SIEMPRE FUE LA MEJOR OPCIÓN...
El día que todo estalle, escóndete bien de aquellos que
perdieron la fe, no porque los abandonara la suerte, si no porque vendrán a
culparte a ti de que ellos mismos la pisotearan…
Cobardes y miserables, solo escoria humana…
El día que todo estalle, cercena tu lengua y mutila tus
ecos. Vacía las cuencas de tus ojos hasta dejarlas completamente secas. Solo
así pasarás desapercibido, pasarás inadvertido, no serás enemigo, no les
causarás miedo, porque no hay mayor monstruo que el que se ha ganado a pulso
perder, y ha traficado con su propia alma.
…he visto al hombre cometer las mayores aberraciones y
atrocidades hasta salir impune de cualquier culpa. Una vez tras otra.
Perfeccionando el odio y la maldad, y un estado animal del que nunca debió salir y al
que nunca se le debió permitir.
El día que todo estalle, corre! Huye porque habrá quedado
atrás todo cuanto conoces.
Comprenderás entonces que no es posible salvarlos a todos, y
algo dentro se interpondrá entre tu ahora actual y el completo desconocido,
solo para salvaguardarte de tu propia locura y de la que los envenena a ellos.
Dejarás atrás a quienes aterrorizados gritarán clemencia
hasta que ese solo grito lo inunde todo.
Deja atrás también todo el miedo de este mundo encerrado
solo en unos ojos que no son los tuyos… y ese miedo no dejará de perseguirte
nunca.
Implorarás entonces olvido.
No te detengas. Corre!
Pisotea a cuantos cayeron antes que tú, a los que perdieron
la fe mucho antes, sortea a cuantos se
encargaron de pisotearla y te hacen imposible el avance porque tus pies tropiezan
con sus cuerpos.
Maldícelos porque te restan tiempo y esfuerzo en vano…
Ódialos por haber caído antes que tú. Por haber pisoteado la
suerte sobre la que corres, el miedo por el que huyes y toda la rabia que te
inculcaron…la maldad. No olvides nunca la maldad...
Escóndete de los que juegan a ser dios desde las altas
murallas y los torreones.
Enloquece de día y busca de noche.
Huye!
Cercena tu lengua para que si dan contigo, no puedan
entenderte. En lo conocido fuimos capaces de hacerlo, todos. Solo volverá a
repetirse el sonido del dolor. Ya lo olvidarás tarde o temprano.
Tu mente estúpida creerá que puede acostumbrarse a esto,
como lo hace a oler la madera quemada e inventar al cedro.
Cuando las sirenas ululen en mitad de lo desconocido,
aférrate a lo que sea que encuentres, y si las luces te sorprendieran en la
noche, déjate caer para que tu cuerpo helado y sucio se mezcle con el de los
que cayeron antes.
Si lograras encontrar arma que llevarte a la sien, reza solo
porque tengas la necesidad de perdonarte…no busques que te perdonen aquellos de
quienes derramaste la sangre.
Vamos, cobarde!
El día en que todo estalle, cuando el miedo te lleve a
desear estar muerto, cuando la peor de las inocencias y la niñez vengan a
vestirte por completo, tus vacías cuencas te enseñarán que las lágrimas siempre
encuentran un lugar por el que escapar para reconocerle a este mundo que
siempre llevó razón.
Te habrás vuelto monstruo antes que tus agallas te
permitan apretar el gatillo, y entenderás que toda la sabiduría es tan cierta como la luz en cualquier
noche.
El día que todo estalle, huye, porque el temor infligido
vendrá a llenarte, porque habrás sabido siempre del final, que escapar siempre fue la
mejor opción…
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