SI ANDAS AVISADA DEL BAILE Y NO TIENES ZAPATOS QUE CONJUNTEN CON EL VESTIDO, LA CULPA ES SOLO TUYA...( VII )

... Gatos. Lisiados. Deformes…

Un par de cabezas emergen de un cuerpo que apenas se sostiene sobre dos patas. Maúllan. Se acercan…

A lo lejos observo un gatito recién nacido pegado al lomo de su madre. No puede abrir los ojos. No quiero que se acerquen. Observo heridas en sus estómagos. Quiero acariciarlos pero el miedo hace que los repela y acabe alejándome de ellos.

Me acerco a ríos de lava y fuego. No quiero, pero mis pies han decidido echar a andar sin permiso. No puedo detenerme y los gatos maúllan y se acarician contra mis tobillos…

Quiero detenerme. Quiero que los gatos se vayan. Quiero dar media vuelta y buscar la salida, esté donde esté y sea la que sea…

No, por favor. No me toquéis. Alejaros. No puedo ayudaros…no puedo…

Un leve zarandeo y una voz suave me desvelan. La luz de la mesita de noche está encendida. Observo atónita a Chema. Me mira como si no supiera quién soy. Tardo en entender lo que me pregunta.

_Sí o no?

_Sí o no qué, Chema?

_Si esperas a alguien.

_Perdona?

_Estás esperando a alguien?

_Oh sí, a un amigo. Quedé con él por si no atinabas a llevarme a los orgasmos. Este tiene un gps de fábula para el caso.

_Siempre tan simpática.

_No has tenido bastante. Quieres repetir. Es eso, no?

_Han llamado a la puerta.

_Cómo?

_Creo que han llamado a la puerta.

Arqueo las cejas. Me vuelvo hacia su lado de la cama y observo el reloj despertador. Pasan de las cuatro de la mañana. Los golpes en la puerta vuelven a sonar. Me pongo el pijama en tres coma, y salgo de la habitación con Chema en bóxer y siguiéndome. Me paro delante de la puerta. Algo va a estallar en pocos segundos. Soy consciente de ello…

_Quién es?

Si hay respuesta al otro lado de la puerta, soy incapaz de escucharla. Salgo del silencio propio solo cuando mi acompañante me roza para mirar por la mirilla.

_No te muevas.

_Qué? Quién hay al otro lado?

_Nadie. Aléjate de la puerta.

Y eso hago. Alejarme y seguirlo hasta la puerta de la cocina donde lo veo revolver cajones en busca de no sé demasiado bien qué.

_Qué vas a hacer?

_No te muevas de aquí.

_Pero…

_Hazme caso por una puta vez y no te muevas de aquí!

Lo veo salir de la cocina con el rulo de madera con el que amaso las bases de pizzas y acercarse a la puerta. La abre de golpe. Observa. En la escalera no hay luz. Lo contemplo parado durante unos segundos delante de la puerta. Segundos después la luz de la escalera vuelve a encenderse. No escucho ni puedo ver quién o qué hay al otro lado. Me acerco temerosa y cuando veo la caja de cartón depositada sobre el felpudo, entiendo la cara desencajada de Chema.

_Qué…?

_No te acerques!

_Pero qué…?

_No tengo ni puta idea de lo que es. Podría ser cualquier cosa. Trae mi teléfono móvil.

_Para qué?

_Tú trae mi puto teléfono móvil. Ya!

Corro a la habitación y un segundo después me encuentro de nuevo en el salón.

Lo veo marcar un solo número y hablar precipitadamente con quien haya al otro lado de la línea. Empieza a dar detalles de la caja, de la nota que parece estar depositada encima, de la escalera, de los ruidos que no escuchamos, y entonces lo oigo…

El primer pensamiento es que algún desalmado ha dejado una caja llena de gatitos recién nacidos en la puerta del piso. Me acerco y sin miedo y sin pensar abro la caja. Chema me grita que no toque nada, no le hago caso. Lo que sea está envuelto en una sábana sucia y se mueve. Cuando la retiro contemplo anonadada que dentro hay un…Oh, Dios mío! Es…es un…

_Es…es un bebé!

_Cómo?

Lo envuelvo en la sábana y tras acercar la caja, cierro la puerta.

Es pequeño, no debe tener más de un mes. Se mueve incómodo. Está sucio. La sábana huele a orín. No sé qué hacer. Chema vuelve a descolgar y habla sin parar pero no puedo escucharlo. Voy a por una sabana limpia y tras pasar algunas toallitas húmedas por su diminuto cuerpo, la envuelvo en ella. Es una niña. La deposito sobre la cama y vuelvo al salón a recuperar la nota que venía en la caja. Tras abrir el sobre, solo una partida de nacimiento y una frase escrita en una nota aparte. Leo y releo aquellos papeles una y otra vez…

 

Cuídense.

 

Sean Felices.

 

Ciao.